Lun 2 Ene 2006
Se van los días como nubes al pasar
adquieren formas traviesas y se van
GM
Tal vez seas una de esas personas que nunca miran al cielo. Puede que pases tus días aferrado al suelo, contando las baldosas, intentando sobrevivir, sin más. Puede que jamás hayas tenido tiempo de levantar los ojos y apreciar que allá arriba, sobre nuestras cabezas, suele haber nubes. Quizás nunca has notado que mientras nos empeñamos en pulular como hormigas, afanándonos inútilmente de aquí para allá, por encima de nosotros sobrevuelan dragones, brujas, perros, elefantes y un sin fin de formas más. O puede que sí, puede que, como yo, hayas admirado las increíbles siluetas que se dibujan todos los días ante nuestras, normalmente, indiferentes miradas.
Puede también que, al igual que yo hace tiempo, pienses que esas formas mágicas que se nos regalan, son sólo fruto de la casualidad, combinada con la imaginación de quien no tiene otra cosa que hacer, que adivinar figuras escondidas en las nubes. Sí, yo también era así hasta que conocí a Ángel Cincel.
Se presentó ante mí hace ya mucho tiempo, en un día claro, sin rastro de nubes; llamó a mi puerta con un golpe seco. Sonó como el disparo de salida en … No, en realidad, fue el disparo de salida en una carrera enloquecida que cambiaría mi vida para siempre. Al abrir la puerta me encontré con un hombre de baja estatura, de unos cincuenta años, sus ojos claros, de un añil intenso, me atraparon de inmediato. Hay un trabajo para ti -me dijo con una seguridad en la voz que no admitía réplica-. Ya tengo un trabajo -me atreví a balbucear al tiempo que intentaba cerrar la puerta-. Él interpuso la mano, esbozó una leve sonrisa y me miró directamente a los ojos. Su mirada se metió dentro de mí y me habló en un solo segundo de tantas cosas que no bastarían treinta millones de palabras para describirlas. No puedo obligarte -dijo- pero si eres como creo que eres, harás lo que tienes que hacer. Ahora me iré, puedes seguirme u olvidar mi visita y seguir viviendo tu vida.
Puedes creer que estoy loco, pero lo hice. Recuerdo que incluso dejé la puerta de casa abierta. No miré atrás y, sin embargo, aún duele recordar todo lo que dejé, en aquel momento, sólo por seguir a un perfecto desconocido que no había hecho otra cosa que posar su mirada en mí, durante unos interminables segundos.
Le seguí durante aquella jornada sin pronunciar palabra, y durante otra jornada más, sin dormir, sin parar a comer, pero en ningún momento sentí hambre ni vino a visitarme el sueño. Le seguí sin hacer preguntas durante un mes. El nunca volvió la mirada para comprobar si yo estaba allí, sin duda estaba seguro. Le seguí por el día, bajo la mirada atenta de un sol de justicia, y por la noche, vigilados por una luna curiosa e indiscreta. Porque has de saber que, en todo este tiempo, ni una sola nube ocultó a la luna ni entorpeció al sol. Al marcharse la luna de la última noche, después de siete jornadas atravesando una cordillera interminable, llegamos a nuestro destino. Por primera vez en todo el viaje, giró su cabeza y me sonrió. -Hemos llegado- dijo, y señaló una cabaña destartalada coronando una pequeña cima. En sus ojos se leía orgullo y, a la vez, una extraña tristeza.
Pasa. Tenemos trabajo. -dijo-
Abrió la puerta de la pequeña cabaña mientras me invitaba a entrar. Crucé con precaución el umbral. No puedo explicar cómo, pero la cabaña era infinitamente más grande por dentro que por fuera. De hecho, no alcanzaba a distinguir donde las paredes actuaban como frontera con el exterior. Dentro, apenas iluminado, un mar de nubes.
Vamos. - afirmó- He estado demasiado tiempo fuera.
Se dirigió hacía la masa algodonosa que parecía esperarle ansiosa, sólo con sus manos, desgajó una gran porción y comenzó a moldearla. Ante mis ojos asombrados, la acarició, danzando con ella un baile frenético de extraña belleza. Cuando terminó de amasarla, de lo que era, al principio, una pasta informe, emergía ante mí un dragón de tres cabezas. Él lo miró, con el orgullo de un padre antes de mandar a su hijo por vez primera al colegio, luego, abriendo una ventana, lanzó su obra con fuerza hacía el cielo. La vimos alejarse, yo, con los ojos hastiados de admiración, él parecía nervioso como el artista que expone por vez primera. Después cerró la ventana. Y volvió al trabajo. De la pasión de sus manos contemplé nacer monstruos, princesas, rostros, animales imposibles, barcos, trenes… Todos ellos nacían para ser lanzados al cielo azul y preñarlo de belleza. Poco a poco, me fue dejando participar, sin perderme de vista, corrigiéndome cuando erraba, aconsejándome, guiando mi mano a través de la masa etérea que era nuestra materia prima para fabricar arte. Nuestro arte.
Cuando él pensó que yo estaba preparado se despidió.
Mi tiempo ha acabado -dijo- Hace mucho ya que esculpí mi mejor obra y la pasión por crear me está abandonando día a día. El cielo no se merece mi decadencia. Ahora estás tú, y yo, por fin, puedo irme tranquilo.
Me abandonó igual que había aparecido en mi vida, de repente. De eso hace ya diez años.
Ahora yo soy el encargado de colmar el cielo de belleza y me encanta mi oficio. No he hecho aún mi mejor obra, pero siento que el momento se acerca. Cuando llegue, tal vez tendré que salir de viaje, y encontrar a alguien que continúe la obra porque el cielo no se merece mi decadencia. Quién sabe. Podrías ser tú.
Mientras tanto, sigue jugando a imaginar formas en las nubes…
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Sin yo saberlo mientras estaba absorto forjando nubes para adornar el cielo, mis mejores obras estaban siendo inmortalizadas con mano maestra. Una pintora de cuadros escondidos de nombre Elen las capturaba y las llevaba a Los mundos Paralelos. Merece la pena ver sus nubes. Si. Son suyas. Las capturo. Suyas son mis nubes y mi admiración.
2 de Enero, 2006 - 2:21
Y en las nubes podemos ver como nuestra existencia es banal, eterea e imperfecta… siempre he mirado al cielo y errando o acertando mi vida ha sido intensa. Vaya post… dejo aqui mi admiración. Besicos
2 de Enero, 2006 - 4:30
Bellísimo relato. Tienes un estilo de escribir difícil de imitar, pues no abundan seres con tanta sensibilidad (en mi opinión, claro)y destreza para describir claramente lo que sienten. Enseñas tanto, Gabi, que no puedo dejar de agradecerte.
Un abrazo.
2 de Enero, 2006 - 9:49
Así que eras tú! Controla un poco tu creatividad, que de vez en cuando nos gustan los días despejados
Te ha quedado muy bonito (vaya novedad!) TQ
2 de Enero, 2006 - 10:14
Me encantan las nubes, adornando puestas de sol, dándole un toque misterioso a las noche de plenilunio…con sus formas alargadas, redondeadas o puntiagudas, de colores irrepetibles…
Un día cuelgo una foto en mis 4paredes, de unas nuebes increibles y jugamos a interpretarlas.
Besos Gabi
Siempre es un placer para mi mente leer tus líneas, de composición irrepetible
2 de Enero, 2006 - 15:41
El arte es un estado del alma, decía Chagall… Enhorabuena, creo que la tuya se siente en estos instantes artista y se deja sentir… es tu momento chiquillo! Disfrútalo y un placer que lo compartas con el resto del personal
Vale una petición? Cuando tengas tiempo quiero un pingüinito sobrevolando mi casa, jeje
Me ha gustao, me ha gustao Un besillo Gabi
2 de Enero, 2006 - 16:11
Zarem: sobre eso de errando o acertando , hay un tal Gabriel que en una canción dice: “La cuestion no es fallar o acertar, la cuestión es no rendirse” o algo asi… Te guardp la admiración un rato pero luego te la devuelvo
Insanity: No sé si soy fácil de imitar, creo que nadie lo ha intentado. No merece la pena
Yo: Era yo si. Que quiere decir TQ. Te quitas? :p YT.
Seleka: Estoy deseando empezar el juego
Rocio: Ya te he mandao el pinguino. Estate atenta
2 de Enero, 2006 - 18:08
Me gusta mirar al cielo y jugar con las formas de las nubes.A partir de ahora, cada vez que mire, entrará en ese juego una nueva dimensión.
Un besito.
2 de Enero, 2006 - 18:44
Pues yo soy la que se pasa las hora muertas interpretando las formas que tú les das, a veces las capturo con mi cámara, otras en el lienzo, mmm…que bonito trabajo tienes, siempre mirando el cielo.
Besos.
2 de Enero, 2006 - 19:53
Siempre me gustó jugar con las formas de las nubes, ahora que sé que sos el creador, jugaré más seguido. Siempre es bueno levantar los ojos y encontrar los dibujos de un amigo.
Besos y alturas.
2 de Enero, 2006 - 20:21
Qué suerte, cuando quieras ayuda llámame que se me ocurren mil formas más! Qué casualidad…todos los días me pregunto quién hace esas nubes tan bonitas y eres tú!
Me ha gustado muchísimo. (Te pido perdón pero yo a veces soy la que sube hasta arriba y le doy pellizquitos…)
Un beso fuerte!
2 de Enero, 2006 - 20:40
Reflejos…
A partir de ahora cada vez que mires acuerdate de mi, en mi cabañita, sudando la gota gorda, esculpiendo,… Es un trabajo duro pero alguien tiene que hacerlo
Elén: Me encantaría ver mis nubes capturadas por tu camara o por tu lienzo. De verdad
Duda: para eso están para jugar con ellas, gracias mil por la visita.
Esencia: ¡Eras tú! Yo matandome a trabajar y…. Bueno, te perdono por ser pellizquitos que si llegan a ser pellizcos
2 de Enero, 2006 - 21:59
cuando era pequeña recuerdo que perseguía a las nubes corriendo tras ellas… ¡menudas carreras!
pregunto al fabricante de algodones si conoce el olor y el sabor de las nubes…
2 de Enero, 2006 - 22:14
Siempre debe haber creadores de nubes, aunque sólo sea para que los niños jueguen a encontrar figuras en los largos viajes en coche…
Disfruta del trabajo y elige bien a tu sucesor.
2 de Enero, 2006 - 22:23
Cuando levantamos la mirada de nuestros ombligos, y somos capaces de permitirnos mirar lo que ante nuestros ojos se presenta.. descubrimos maravillas… Casi siempre estuvieron ahi, aunque no nosotros no las miramos pero no las vimos…
Salu2
2 de Enero, 2006 - 22:41
…¡qué mejor encargo!
Feliz año nuevo y besos de una maia.
3 de Enero, 2006 - 1:51
Es de los empleos que me gustaría probar…aunque fuera por un rato, ya que a mi la creatividad se me ha agotado desde el kindergarden..
un saludo, me gustó lo que escribes.
3 de Enero, 2006 - 9:08
Buttercup: Tú ya lo sabes que seguro que de niña alcanzaste alguna
Juan: Efectivamente, la de entretener a los crios en los largos viajes y así salvar los nervios de los padres es la principla razon por la que existen las nubes
Ideas: Totalmente de acuerdo Ideas. Aunque hay ombligos que también son una verdadera maravilla, (no el mio), pero ese es otro tema
Wen: Si, es de esos encargos que no cuesta nada cumplir verdad? Besos
Gusgo: Bienvenido. Te leo lo de la creatividad agotada, te visito y no me lo creo. Un saludo y gracias por la visita.
3 de Enero, 2006 - 14:37
Lo mejor, sin duda, de esculpir formas en las nubes, es que cada uno las interpreta como más le gusta. No hay que crear para los demás, ya son los demás los que se encargan de dar vida a la creación… por supuesto, seguimos mirando al cielo.
3 de Enero, 2006 - 15:30
Pues yo te ruego crees una nube para mi cielo de “azules rotos” y seguro que se volvera a sentir completo.
Me gusta imaginar formas en las nubes, pero fijate ,de joven las miraba casi sin verlas y ahora, de mayor, es cuando más disfruto de ellas.
Un precioso relato.
Un abrazo Gabi
3 de Enero, 2006 - 15:58
Esta mañana me acerqué por el taller… di dos golpecillos en la puerta pero nadie respondía, así que la empujé un poco ya que estaba entornailla y pasé… como usted me dio su permiso, en su ausencia hice una pequeña prueba. Quería haberle mandao para el norte alguna forma que le alegrara la mañana pero, yo en mi torpeza, comprobé que aún necesitaría algo más de práctica para dejarlas escapar al cielo… Aún así, aproveché y, esperando no haber abusado, me envolví haciéndome un disfraz de nube y le puedo decir que figuritas no me salieron ninguna, pero me lo he pasao pipa sobrevolando su ciudad
3 de Enero, 2006 - 16:29
mmori: De hecho, esta misma mañana me ha parecido ver una nube clavadita a Ícaro
Trini: Eso es porque los años te han hecho más niña y más sabia.
Intentaré crear una nube a la altura de tus “azules rotos” pero dudo que pueda. Besos.
Rocio: Vale que entres en el taller cuando no estoy…Vale.
Vale que me toques las nubes…Vale
Vale que me desordenes las herramientas…Vale
Vale que bebas mi desayuno(que no lo mencionas pero me he dado cuenta)…Vale. Pero….
… por si no lo sabes aqui en Cantabria estamos ahora mismo en Alerta Roja por temporal y sobrevolar mi ciudad así envuelta sin más me parece una temeridad tremendamente temeraria Menos mal que no ha pasao nada.
Por cierto, puedes volver por el taller cuando quieras que no me enfado.
3 de Enero, 2006 - 16:50
Si es que me gusta lo de las emociones fuertes! Además, tranquilo, que he pasao pero por encima del temporal… Aviso a la población de Cantabria que justo sobre los nubarrones sigue el sol, no os lo han robao, jeje… Y sí, me tomao tu desayuno, pero el café ya estaba frío, así que tampoco ha sío pa tanto… Pero vengaaa, vaaale, esta tarde te acerco la merienda
Un besote
3 de Enero, 2006 - 18:30
Hay unas cuantas nubes tuyas en mi blog…… es que las colecciono, jajaja.
Besos.
3 de Enero, 2006 - 19:05
Mirar el cielo, las nubes sin el artificio de la mente; esa y no otra es la verdadera contemplación de la belleza… me ha gustado mucho tu post, mucho…
3 de Enero, 2006 - 23:21
Me has impresionado con la historia, porque yo soy la tipica que cuanod va en coche, siempre observa las nubes preguntandose que podria ser aquella y observando las formas que tienen. La verdad es que soy una soñadora y me encanta observarlas…jejeje
preciosa historia………..un besaoz enormeeeeeee
4 de Enero, 2006 - 0:40
Cuántas veces paseé entre tus obras, sin encontrar al artista. Así que hoy que he tenido la suerte de perderme en este paseo entre núbes, qué mejor que alabar el gran trabajo de su creador.
Y mandarle através del viento, un saludo capaz de fundirse en una de esas núbes y crear por un momento una masa algodonosa, que pueda expresarte la maravilla que es el cielo desde que tú lo adornas.
Una gran historia!
Besos
4 de Enero, 2006 - 17:07
Runner: Me alegra que te haya gustado el post. Supongo que estaras acostumbrado a ver las nubes mientras corres por las dunas . Gracias por la visita y bienvenido.
Ammalur: Gracias. Espero que tu afición a mirar las nubes desde el coche no sea yendo al volante. Debe ser más peligroso que usar el movil y creo que va quitar puntos en el carnet . Besazos.
Dream: Me llega tu saludo a traves del viento y con el mismo viento te devuelvo mi agradecimiento. Encantado. Besos.
6 de Enero, 2006 - 18:27
Vengo desde el rincón de Elen, y me ha encantado conocer al creador de las nubes… Preciosa historia…
Yo también te he robado alguna alguna vez, hace poco las dejé libres intentando explicar que soy cambiante…
Ahora que se quein es el dueño, debería pedirte permiso para seguir observandolas, mirándolas, guardándolas en imagenes cada vez que me prende de una de ellas…
Saludos
Lara
6 de Enero, 2006 - 20:49
Uada: Me alegra enormemente tu visita y el que te haya gustado la historia. Yo sólo las lanzo al aire, ellas son libres. No son de nadie y así son de todos. Besos.
25 de Mayo, 2006 - 20:43
SEAS QUIEN SEAS TE ADMIRO POR TU FORTUNA EN SUERTE SOLAMENTE TE DIGO NO TYE DEJES POR NADIE SE MAS REALISTA QUE LO QUE TE IMAGINAS POR MI CUENTA ME VOY DEJANDOTE MI ADMIRACION POR LO QUE LEI
5 de Septiembre, 2006 - 12:41
Ya te comenté aquí, en la primera parte; pero no quería salir de aquí sin decirte que hoy, después de muchos días sin hacerlo, he estado mirando un rato el cielo. No había muchas nubes, pero si tres estelas de tres aviones lo rayaban y ahí he estado como una boba imaginando, no la forma de las nubes, sino dónde y qué tan lejos viajaran esos aviones…
Besos muchos
6 de Septiembre, 2006 - 13:38
Me quedé atrapada entre esas nubes de algodón.. ¿cómo es posible que no lo hiciese antes?.. continúo la lectura.
Oleadas de besos algodonosos.