Mie 20 Sep 2006
Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
Martín Luther King
Lo más atroz de las cosas malas de la gente mala es el silencio de la gente buena.
Mahatma Ghandi
La verdad viaja a pie
Ramón Toca
El primer cadáver apareció hace cinco días a las seis de la mañana. Coincidió con las nevadas más fuertes de todo el invierno que, como hace veinte años, dejaron al pueblo totalmente aislado. Todos los indicios apuntaban a un suicidio, y sólo la insistencia de la viuda del finado, relatando el magnífico estado de ánimo de su marido en los últimos tiempos, podía inducir a pensar en otra cosa que no fuese que aquel desgraciado se había quitado de en medio, utilizando la poco original manera de colgarse de un viga. Jacinto Vergel, juez de paz titular del pequeño pueblo de doscientos habitantes, lo constató así cuando procedió a levantar el cadáver, aunque sus pensamientos sobre la poca imaginación de la gente a la hora de mandarlo todo al carajo se los guardó para sí mismo. Este penoso suceso no hubiera supuesto nada más que un triste acontecimiento en la leyenda negra del pueblo, si Vergel, en el momento de recibir aviso anunciándole la aparición de un segundo cadáver, no hubiese advertido un diminuto número uno dibujado con bolígrafo azul en la muñeca izquierda del ahorcado.
A lo largo de aquel día el viejo juez acabó hastiado de acudir a levantar cadáveres, todos ellos denotaban clarísimos indicios que hacían pensar en el suicidio, y no había más conexión entre ellos que el hecho de presentar en la muñeca, izquierda o derecha según el difunto fuese diestro o zurdo, una cifra numérica que se iba incrementando con cada muerte.
El alcalde del pequeño pueblo resultó de gran ayuda para Vergel ante la avalancha de trabajo, y su labor fue ímproba, hasta que apareció en los servicios del ayuntamiento con las venas cortadas y con un ochenta y nueve claramente escrito por encima del tajo, aunque prácticamente tapado por la abundante sangre. En la muñeca de la esposa de Vergel se pudo leer un noventa y nueve. Esto fue demasiado para el anciano juez, al que encontramos con un disparo en la sien y el, no por esperado menos estremecedor, número cien profanando la ajada y curtida piel de su muñeca. Recuerdo que pensé que era un extraño honor.
Después de la muerte del juez y del alcalde, me correspondió a mí como secretario del ayuntamiento y ante la ausencia de otras autoridades hacerme cargo de la espantosa situación. Resolví que los que aún permanecíamos con vida, debíamos juntarnos en algún edificio espacioso para así poder vigilarnos los unos a los otros. La fría y vieja iglesia ha sido el lugar elegido. De los cien supervivientes que aún quedábamos cuando Vergel decidió abrirse un respiradero en la cabeza solo han aparecido cinco. En algún lugar alguno de mis vecinos yace ahora con el número ciento noventa y cinco escrito en su cuerpo. Nuestra lóbrega iglesia permanece en un silencio casi espectral, la bóveda de piedra devuelve el eco de ese angustioso silencio, roto únicamente por el monótono golpeteo de la eterna gotera que el difunto párroco (número treinta y siete, creo recordar) no llegó nunca a reparar aunque las colectas de cada domingo estuviesen siempre dedicadas a su arreglo.
Los cinco aún permanecemos a la espera, aunque ellos aún no sepan a la espera de qué. Están arrodillados en los bancos, rezando sin duda. Es inútil, ella no nos perdonará. Ella era tenaz y siempre terminaba lo que empezaba. Si hace veinte años hubiéramos hablado, ella no nos estaría haciendo esto, pero ellos eran demasiado importantes y, al fin y al cabo, ella ya estaba muerta. Todo el pueblo calló. Todos callamos.
Ha desaparecido uno de ellos. No voy a buscarle. Probablemente esté a los pies del campanario. El ciento noventa y seis sin duda. No me importa lo que les pase a los otros tres. Sé que voy a ser el número doscientos, igual que sé a que se debe este extraño honor. Ella quiere que se sepa, por eso hace un rato me impulsó a empezar a escribir, y por eso, irremediablemente, cuando termine de relatar este horror me impulsará a trazar el número doscientos en mi piel. Espero que me deje elegir a mí la forma de hacerlo, aunque dudo que me conceda ese privilegio. De hecho, hace ya un rato que escucho dentro de mi cabeza su voz, amenazadora y susurrante, y a medida que escribo empiezo a notar que mi mano ya no es mi mano sino la suya…
He esperado veinte largos años, hasta que la nieve ha aislado este pueblo de cobardes, igual que entonces. Yo no pude recibir ayuda del exterior. Ellos tampoco. Doscientos.
Extraído del periódico (Crónica de Cantabria) 11 de Febrero de 2005
El más espantoso horror esperaba a los operarios de las máquinas quitanieves que hoy por la mañana, a primera hora, consiguieron por fin despejar la carretera de acceso al pequeño pueblo de Sel de Prados, en Cantabria. Los trabajadores encontraron muertos a todos los habitantes del pueblo, víctimas de un macabro y escalonado suicidio colectivo.
Aún se investigan las causas que desencadenaron este desgraciado suceso que tiene a toda la opinión pública conmocionada.
Extraído del periódico Crónica de Cantabria 17 de Febrero de 1985.
Juana Candil, vecina de la localidad cántabra de Sel de Prados, apareció muerta hace cuatro días en su domicilio. Este rotativo no tuvo noticia del hecho hasta ayer mismo, debido al fortísimo temporal de nieve que ha mantenido incomunicado al pueblo. Asimismo se ha encontrado en casa de la difunta una nota de suicidio, en la que la finada acusa a varios habitantes masculinos de la localidad de haberla golpeado y violado la noche del 6 de febrero, primer día del aislamiento. Según un portavoz de la guardia civil, ninguna de las acusaciones ha podido ser probada, ni se ha encontrado ningún testimonio en el pueblo que pueda corroborarlas, más bien por el contrario, todas las declaraciones de los vecinos apuntan a un claro estado de perturbación de Juana Candil.
Extraído del periódico (Crónica de Cantabria) 12 de Febrero de 2005
Continúan las investigaciones sobre los extraños hechos acaecidos en la localidad cántabra de Sel de Prados. Noticias recientes apuntan a la posible culpabilidad del secretario del ayuntamiento, último de los habitantes del pueblo en morir y que apareció en la iglesia parroquial con el número doscientos en su muñeca izquierda. Según fuentes de la guardia civil al lado de su cadáver fue hallada una carta manuscrita que aporta algo de luz a los misteriosos hechos, aunque no haya trascendido su contenido. Asimismo, al parecer, antes de quitarse la vida escribió en la pared del altar mayor, con su propia sangre la leyenda: “Ahora. Sin mentiras ni silencios, la verdad”.
20 de Septiembre, 2006 - 10:26
Joooooder!!!!
El texto me ha enganchado muchísimo!!!!!!!!!!
He estado a punto de gritarte que salieras corriendo
Las frases en el encabezado también son buenísimas
Un placer, Gabi, un placer…
20 de Septiembre, 2006 - 10:53
¡Poe … ta!, es lo que se me viene a la cabeza nada mas leer tu relato.
Te has superado y quizás también al bueno de Edgar
Un besazo.
20 de Septiembre, 2006 - 13:34
No está mal 200 bocas calladas por callar, realmente también me recuerda un poquito a Poe, aunque si lo hubiera escrito el, cambiaría Cantabria por Boston, y allí la chica seguro que tenía más trabajo, ya que bocas calladas tienen millones .
Te decimos cosas pronto, estamos terminando
20 de Septiembre, 2006 - 13:42
Sencillamente genial, Gabi.
Es realmente bueno.
Mucho.
Un abrazo!
20 de Septiembre, 2006 - 16:00
¿Puede la venganza adoptar la forma de la la nieve? ¿Es el silencio durante su caída presagio del silencio de la muerte?
Un relato imponente. Será mi nuevo cuento de navidad de “Historias para no dormir”.
20 de Septiembre, 2006 - 17:40
TE leí de un tirón. Maravilloso. Cada vez mejor. Mientras leía apareció en mi cabezota la idea que la mentira puede tener vestidos, pero a la verdad le gusta ir desnuda y desnuda escribe con la sangre de los culpables.
Besos y memoria.
21 de Septiembre, 2006 - 13:02
Me ha encantado la sensación de angustia gótica (todos metidos en la iglesia al final) que vas creando. Genial eso de adoptar la primera persona a mitad del relato, lo hace más directo. De paso, plantea a cada uno una personal búsqueda de las injusticias que hayamos podido cometer.
Y hace pensar en una verdad implacable, a veces vengativa, que mana emponzoñada por el silencio. El silencio de la razón produce monstruos.
21 de Septiembre, 2006 - 16:26
podría poner que el texto es estremecedor…pero diré eso mismo del contenido, de la idea, la cobardía que hay tras esta historia, la falta de escrúpulos, de honestidad, de respetoa la vida…todo eso es aún más terrible que el propio relato.
Una vez más primo, nos haces ir más allá de la escena para adentrarnos en los impulsos, motivaciones y sentimientos de los actores.
Besos y abrazos fuertes
21 de Septiembre, 2006 - 16:33
Brrrrrr…que invierno! que invierno de fantasmas…el frio entra en los huesos…como el que se absorbe en una iglesia humeda abandonada hasta por Dios…Que historia!!! yo me la he creido…espero que siga la investigacion, no nos dejaras asi’…eh Gabi?
Besos
21 de Septiembre, 2006 - 19:05
Gracias Sr Gabi, muchas gracias, ahora no podré pegar ojo en toda la noche, grrrr, ….que estoy mu sensible, leñe!!!!!
A Ud. por lo que veo no hay género literario que se le resista, eh!!!!!! (que puñetero)
Besos rosas y azules ( aún no se sabe)
21 de Septiembre, 2006 - 21:37
Osú chiquillo! Con lo arterable que estoy yo desde la tormenta que cayó el otro día hombrepordios! desdeluego, se dice siempre que somos dueños de lo que cayamos y exclavos de lo que decimos… aunque, visto lo visto, también yegamos a ser exclavos de nuestros silencios.
Besitos sureños!!!!
PD: Has visto que vamos a ser titosss????
22 de Septiembre, 2006 - 10:48
Menos mal que es de día, y aunque nublado el sol parece rebelarse y enviar sus rayos. De todos modos, me has puesto la piel de gallina.
Muy buen relato, sí señor
22 de Septiembre, 2006 - 11:19
Nawja: Seguramente te hubiese escuchado Tengo un oido finisimo. El placer es tu visita
Chocolate: A mi no sé si me he superado, a D. Eduardo lo dudo mucho que es mucho D. Eduardo. Besos.
Adrià: Y él se lo perdería porque Cantabria es muchisimo más bonita que Boston que ni lo conozco pero vamos, no hay color . No tardéis que me devora la impaciencia . No, en serio, a vuestro ritmo. Un abrazo.
Almena: Gracias, gracias, gracias..
Mareablanca: La venganza tiene muchas formas. Lejos de mi la intención de que no duermas. A dormir, a dormir….
dudadesnuda: La verdad va como tú, desnuda, pero en seguida la visten, la tapan, la ocultan hasta que la pobre acaba muerta de calor intentando quitarse tanto disfraz. Besos
Manuman: Me alegro de haber podido trasmitir esa angustia gótica. Espero que en tu personal busqueda no encontrases muchas injusticias . Yo en la mia encontré algunas, pero no creo que den como para hacerme el 201. Gracias por el comentario. Un abrazo.
Seleka: Prima!!!! Ande estás?? Ande te metes?? Me quedó oscuro el relato verdad, lo que ya no tengo tan claro es que me quedase pequeño. Y porque me corto, últimamente no tengo medida. Voy a tener que pasarme a la novela para conseguir todo eso que dices que consigo . Besazos y Besazos
TICTAC: Lo de la iglesia abandonada hasta por Dios me ha encantado. Me temo que ya han cerrado el caso, pero no han dado muchas explicaciones. No sé si Juana se habrá quedado contenta o tal vez tenga que aparecer el 201, el 202… Besazos
Elen: Perdón, perdón, perdón… Me olvidé de lentejita y de que este blog a partir de ahora tiene que ser para todas la edades. Lo siento . Para próximos posts prometo una nana, vale? Todos los generos? Todavía no he atacado la novela rosa Estoy en ello. ¿Alguna preferencia en el color de los futuros besos?
Rocio: Ya, tenía que haber puesto ruido de rayos y truenos de fondo para dar ambiente. Para próximos cuentos oscuros. De silencios como los del cuento desde luego, pero esta historia basta con bajarla un poquillo de gravedad para descubrir en nosotros mismos silencios parecidos.
Ya lo creo que lo he visto :):). Estoy pensando en pedir ser el padrino virtual-blogistico o como leches se diga .
Montañas de besos pal sur.
White: Muchas gracias. Espero que el sol gané la batalla Un beso.
22 de Septiembre, 2006 - 12:27
Gabi, este relato es magnifico, podrías sacar de aquí una novela negra, en serio te lo digo. Me ha enganchado desde la primera a la última letra. Genial. GENIAL.
uN FUERTE ABRAZO
22 de Septiembre, 2006 - 15:08
Soberbio.
-Saludos
23 de Septiembre, 2006 - 16:36
Gabi siempre bordas lo que haces, te felicito por este relato.
Un suicido colectivo, ummmm me pone el vello de punta.
23 de Septiembre, 2006 - 20:19
Ya te han dicho de todo… yo solo puedo decirte que como siempre guardo un momento de tranquilidad para leerte… este blog no se puede leer con prisas. Tan genial como siempre, besos de mariposa… esta vez para ti, como casi siempre .
24 de Septiembre, 2006 - 1:02
“De hecho, hace ya un rato que escucho dentro de mi cabeza su voz, amenazadora y susurrante, y a medida que escribo empiezo a notar que mi mano ya no es mi mano sino la suya
He esperado veinte largos años, hasta que la nieve ha aislado este pueblo de cobardes, igual que entonces. Yo no pude recibir ayuda del exterior. Ellos tampoco. Doscientos…”Asimismo, al parecer, antes de quitarse la vida escribió en la pared del altar mayor, con su propia sangre la leyenda: Ahora. Sin mentiras ni silencios, la verdad
Mis felcitaciones, escritor. Excelente relato.
Visitarte es un verdadero gusto para mi.
Felicidades, Gabi.
In.
24 de Septiembre, 2006 - 22:43
Bueno, parece que falto yo: Nunca dejará de sorprenderme como puedes pasar de la ternura al misterio, de la “novela rosa” a la negra…pero todos los colores igual de brillantes. Besazos.
24 de Septiembre, 2006 - 22:48
Impresionante forma de relatar. Me ha enganchado desde el principio hasta el final. Una obra maestra.
25 de Septiembre, 2006 - 5:18
La diosa de las fuentes y los ríos, Náyade…Su contribución en este Blog siempre ha enriquecido al mismo. Usted posee una excelente chispa y tiene una plática muy amena. Mis saludos
25 de Septiembre, 2006 - 11:21
Trini: No sé yo si da para tanto y dudo mucho de que yo fuese capaz de ello . Gracias. Besos.
Hormiguita: Muchísimas gracias. Soberbio yo??? )
Dari: Hay colectivos que hacen cosas mucho mas peligrosas y tontas que suicidarse. De hecho,es en colectividad cuando el ser humano es capaz de las cosas más maravillosas pero también de las más estúpidas. Besazos
Zarem: Si, hija si, en esta vida ya me han dicho de todo )). Lo de las prisas sobre todo porque ultimamente me quedan largos eh! Requetebesos.
Náyade: Me falta algún relato verde, ) No, que me da verguenza. Lo de que brillen es porque tú los lees con buenos ojos. Besazos.
Oski: Ups! lo de obra maestra me suena grande, relatillo resultón más apropiado. Muchísimas gracias por tu visita. Por aquí andamos.
Insanity: Veo que conseguiste comentar . Gracias por las felicitaciones . Esa diosa de los fuentes y de los rios, no solo me enriquece el blog sino la vida, y eso es muchisimo mas importante . Un fortísimo abrazo.
25 de Septiembre, 2006 - 11:34
Un texto muy atractivo y excelentemente construido, muy propio del género de misterio y terror. Enhorabuena.
25 de Septiembre, 2006 - 11:52
Me quito el sombrero ante tu creatividad y tu modo de escribir, me ha gustado mucho tanto el relato como las citas. Te dejo una de Tagore
El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.
Un saludo
25 de Septiembre, 2006 - 12:24
Me encanta… qué fantástico blog… me encanta como las palabras se hacen sangre en tus dedos, y llegan a todo el mundo…
Deliciosas palabras
Te felicito.
Maravilloso blog!!
Pasate cuando quieras por “casa”
Andy
26 de Septiembre, 2006 - 9:33
Me ha gustado tu retalto…. ¿tiene final?
26 de Septiembre, 2006 - 11:35
mmori: Gracias. Es un genero que me encanta.
Sacris: Y es que hay muy pocos que sean capaces de convivir con su silencio. Un abrazo
Andy: Me alegro de que te haya gustado mi casa, pasaré por tu casa. Saludos
Aiyana: Claro, no solo uno sino tantos como ojos lo lean. Me gustan los relatos que acaban en la intuición y la imaginación del lector. Saludos.
6 de Noviembre, 2007 - 23:46
es un gran relato! todas mis felicitaciones!
la verdad esq me engancho desde un principio
pero me gustaria q siguiera… un poco mas de esta historia.
FELICITACIONES!
BRAVO BRAVO
11 de Agosto, 2008 - 3:54
me gusto tu cuento, es intersante contar la gistoria de 3erapersonapara convertirla luego e primera. Muy buena el trama. Y buneo el final.