Sab 5 Ago 2006
Los hombres sin historia son la historia
Silvio Rodríguez
El pueblo del que te hablo, se encuentra muy cerca de ninguna parte. No lo encontrarás en los mapas, ni siquiera en los más actualizados; no intentes localizarlo con uno de esos modernos navegadores GPS que tanto te gustan y que sólo sirven para estar tecnológicamente perdido; ni siquiera te molestes en preguntar por él en los bares de carretera. Te resultará completamente inútil. De hecho, es posible que ahora mismo sólo tú y yo en el mundo sepamos de su existencia; y es primordial que entiendas esto porque, a partir de ahora, serás depositario de esta verdad igual que yo lo he sido hasta ahora.
El pueblo del que te hablo está formado por casas invisibles, y sus calles de adoquines viejos se ocultan, tímidas, a nuestros ojos. Está a tu alrededor pero también dentro de ti. Sus balcones de añeja madera desgastada se suspenden ingrávidos sobre nuestras cabezas. Ahora mismo mientras hablamos y tú me miras asombrado e incrédulo, estamos siendo observados por sus incorpóreos habitantes. No intentes agudizar tus sentidos. No entornes los ojos, no sirve de nada, no los verás. Dará lo mismo que intentes afinar tu oído, éste no está preparado para la frecuencia en que nos hablan. Pero nos hablan, no lo dudes, nos hablan directamente al alma.
No te estoy hablando de fantasmas, ni de espectros. Es más sencillo. Son el pasado, son lo que fuimos, lo que fueron nuestros padres, son las sombras, las huellas de nuestros pasos y de sus pasos, son también los pasos de nuestros abuelos. Son la historia, y nos hablan desde las esquinas de las casas viejas. Son la historia, y nos guían desde las solitarias plazas sin estatuas. Son la historia, y nos advierten desde olvidados campos de batalla. Son la historia y nos hablan, pero nosotros no escuchamos. Son invisibles te dije y no, no es cierto. Ellos no son invisibles, somos nosotros los que estamos ciegos. Espero que mis cansadas palabras sirvan para abrirte los ojos, yo estoy muy viejo ya y quiero cerrar los míos.
Ahora, hijo, debo dejarte. No estés triste, no llores, tú ya lo sabías. Sólo es que me voy ahora, aquí mismo, cerca de ninguna parte, a asomarme a los balcones invisibles para seguir hablándote siempre, ahora ya, directamente al alma.
5 de Agosto, 2006 - 23:24
Ui el vello de punta. Genial, preciosa historia y q final…
Dime una cosa, quién es tu musa q en tan increíbles historias te hace inspirarte?? es q veo q te resulta tan fácil, q me sorprendo!!
Besos
6 de Agosto, 2006 - 12:21
Esta historia se desliza por la piel como un escalofrio lleno de verdades me he zambullido adentro y he viajado por tus letras que belleza!
Un abrazo
6 de Agosto, 2006 - 12:39
Tu historia consigue que “casi” dejemos por un momento de estar ciegos. Y ver. Y escuchar a las verdades invisibles.
Me gusta muchísimo lo que escribes, Gabi.
Un abrazo!
6 de Agosto, 2006 - 14:19
A veces… en soledad, cuando el sol se ha escondido… miro dentro de mi, y ese pueblo me habla de errores, de aciertos, de sueños… (precioso como siempre, me repito?). Besicos de mariposa
6 de Agosto, 2006 - 22:59
ufff! gracias. me llené de una extraña sensación de estar llena.
es un placer pasar por acá, no me voy a cansar de decirlo.
6 de Agosto, 2006 - 23:16
“No estés triste, no llores”. Esas mismas palabras me dijo alguien no hace mucho unos días antes de asomarse a esos balcones invisibles. Me temo que en eso no la hice muchos casos pero todavía muchas de sus palabras resuenan en mis oídos a menudo. Besos salados hoy.
7 de Agosto, 2006 - 5:41
Efectivamente los pueblos invisibles lo son muchas veces por nuestra ceguera. Es importante mantenerse atentos para no perderse las bellezas que encienrran.
Gracias opor tu visita. Hasta hoy no he podido pasarme por tu preciosa página.
Un abrazo
7 de Agosto, 2006 - 6:27
Existen momentos en los cuales pueden oírse los latidos del propio corazón al unísono con los demás corazones.
“Ahora, hijo, debo dejarte. No estés triste, no llores, tú ya lo sabías. Sólo es que me voy ahora, aquí mismo, cerca de ninguna parte, a asomarme a los balcones invisibles para seguir hablándote siempre, ahora ya, directamente al alma.”
Una palabra: revelación.
In
7 de Agosto, 2006 - 11:28
y su compañia adora en ocasiones las risas de sus nietos
Saludos
7 de Agosto, 2006 - 11:44
Supongo que debe ser muy duro ser el destinatario de un mensaje con ese final… aunque es ley de vida (curioso que utilice las palabras ley de vida para referirme al hecho de dejar de poseerla…)
Bueno, algún día también perteneceremos a esos pueblos invisibles y podremos tambien ejercer nuestro derecho a cotillear desde los balcones sin que nos vean…
PD: Es una historia triste o es que yo estoy penosilla?
7 de Agosto, 2006 - 12:06
Me recuerda a un pueblo llamado Mente.
Saludos.
7 de Agosto, 2006 - 14:18
Diablilla: Uys fácil! Horas y horas devanandome los sesos. Mi musa en agosto se toma vaciones y me las tengo que apañar sólo
. Besos
TICTAC:Me alegro de tu viaje y espero que aprendas de memoria el camino hasta mis letras. Yo ya aprendí el que va hacia las tuyas. Abrazos
Almena: “Casi” ya es mucho. Lo que sí conseguí es curar por un tiempo mi ceguera. Besos.
Zarem: Es dentro donde hay que buscarlo, y es conveniente estar solo para que nadie distraiga. BESAZOS. Ayyyyys.
Microcosmos: Espero que dure esa sensación y de lo que espero que no te canses es de pasar por acá
náyade: En parte ese alguíen inspiro el pueblo invisible. Y seguirán resonando, eso no es malo. Besos.TQ.
Ybris: Hay que abrir bien los ojos para vivir y cerrarles con fuerza para soñar. Un abrazo.
Insanity: Me alegro infinito si propicié uno de esos momentos. Una palabra: Gracias.
Caliam: gracias por la visita y bienvenido.
rocio: ¿Triste?. Según se mire. Va a ser que estás tu penosilla..Qué no me entere yo!! Tú no eh! Besucos norteños
La hormiguita: Están cerquita uno del otro. Casi son fronterizos. Casi está uno dentro del otro.
7 de Agosto, 2006 - 21:01
Qué bien lo constaste!!! Ahora saben que sabemos pero, ya sabíamos… ya sabían.
Besos y susurros.
7 de Agosto, 2006 - 21:15
Me encanta como escribes…
Y puedo imaginarte escribiendo.. viendo como pones tu rostro en blanco y dejas que los ecos, de las vidas pasadas de tu mundo fantastico en tu cabeza hablen por ti…
Te extrañu y extraño mas no poder estar mas pendiente de vos…
El trabajo algun dia nos va a aniquilar, mientras tanto cada vez que peuda escapar unos minutos pasare por aqui!!
Promise
Un abrazo Niño!!
7 de Agosto, 2006 - 23:02
Aaays kien pudiera escribir como tu! Me ha gustado mucho el texto.
Genial el maestro Silvio, como casi siempre.
Un saludo!
8 de Agosto, 2006 - 1:10
Duda: Sabiamos, sabían… pero para el caso que les hacemos. Besos callados.
Yamile: Me imagino escribiendo con el rostro en blanco y me parezco de película de terror
Cuidadín con el stress ese que me han dicho que es muy malo muy malo. Besos
Sacris. ¿Dónde habré leido yo eso antes?
)
8 de Agosto, 2006 - 6:45
Cuando fuí leyendo me acorde de Pedro Paramo…seguí….y recordé mi historia.
Gracias por ti visita y volveré pronto a leerte.
Mucha luz!
8 de Agosto, 2006 - 9:47
Memoria histórica, tan selectiva… Si consiguiésemos recordar la historia para entender “el ahora”, no olvidar para no volver a caer. Recordar…
Oleadas de besos para la desmemoria del olvido.
8 de Agosto, 2006 - 9:50
A menudo recibo “cartas” desde el Pueblo Invisible, por supuesto son cartas invisibles y hay que ser muy hábil para poder encontrarlas y leerlas, están llenas de amor y de paz, quizá algún día te lea alguna…..
Besos irisados.
8 de Agosto, 2006 - 10:21
Te leo desde hace poquito pero creo que es suficiente para ver cómo se diferencian tus historias de otras historias…
Llegas adentro de forma esplendorosa!
Un besazo!
8 de Agosto, 2006 - 12:43
Felicidades es una historia preciosa!! con un final tan increíble como triste .
Espero que le hable mucho al alma desde su balcón ..
8 de Agosto, 2006 - 12:43
Cierto es que los ciegos somos nosotros pero sólo vemos la ceguera en los demás…
Náyade, que te acompañen mucho tiempo…
Un beso.
8 de Agosto, 2006 - 17:30
Otro revelador relato espiritista del joven maestro…
Hermoso y jodidamente certero.
¿Ves como lo eres?
¡Un saludo!
8 de Agosto, 2006 - 20:49
Un pueblo invisible, pero afin al nuestro. Donde habitan los que fueron… y habitará lo que perdure de nosotros…
Estupendo relato.
Besos
8 de Agosto, 2006 - 23:41
Ana: La visita fue un placer, y el verte por aquí más aún. Besos.
Mareablanca: Lamentablemente la memoria siempre es selectiva, y subjetiva, y frágil. Besos
Elen: Me encantaría que me leyeses una de esas cartas. Besos.
Najwa: Adentro es un buen puerto al que llegar. Me encanta ese destino. Besos.
Adriá: Como decía un maestro: nunca es triste la verdad…
Miada: Seguro que la acompañan por muchisimo tiempo. Gracias por tus deseos. Besos.
Carlos: el joven maestro no se cansa de recibir la visita del pequeño saltamontes.
))
Trini: Es el pueblo que espera a nuestras huellas para darlas cobijo. Besos.
9 de Agosto, 2006 - 11:15
¿viste alguna vez los dibujos de pumuki? eso si que era hacerse bien el invisible… ay, quién pudiera!!!!
9 de Agosto, 2006 - 12:05
Ains, se me queda el alma en un puño tras leerte. Un texto entrañable.
Saludos admirados.
9 de Agosto, 2006 - 21:14
Rocio:
Conocí a Pumuki, y aparte de que envidie como tú su capacidad de invisivilidad creo recordar que me caía bastante gordo, aunque mucho mejor que David el gnomo que es al que nunca jamás pude soportar. Se te nota menos penosilla?? Si?? Bien. Besos invisibles.
Tautina: Por lo que se deduce por tus escritos, debes tener el puño muy grande para que te quepa todo el alma
. Besos.
9 de Agosto, 2006 - 23:39
Con estas letras no es de extrañar Gabi que se te echase de menos.
YO te echaba de menos.
Las huellas de un pasado, el pueblo donde somos inquilinos y propietarios un día de ese legado.
Besitos
10 de Agosto, 2006 - 2:53
Que manera de contarlo¡
10 de Agosto, 2006 - 15:26
Asombrada e incrédula te escucho sí, pero no por pensar que este pueblo no exista, si no por verlo descrito en palabras de una forma tan maravillosa. Por supuesto que nos hablan. Todo el tiempo. Sólo hay que estar un poquito al tanto……..He llegado hasta aquí gracias a una persona muy especial. Con tu permiso, voy a quedarme un ratito curioseando
Un beso
10 de Agosto, 2006 - 19:02
Nunca nos vamos de aquí si sabemos el lenguaje que habla directamente al alma, ese lenguaje con el que nacemos ya aprendido.
Da gusto leerte.
10 de Agosto, 2006 - 22:58
Darilea: Un legado a conservar, irrenunciablemente. Besos.
Mariana: Me dejas con la duda. Buena o mala??
Besos y Gracias por la visita.
River: Permiso concedido. Curiosea todo lo que quieras, levanta todas las alfombras y abre todos los cajones. Gracias por la visita, a tí y a la persona que te trajo hasta aquí. Besos.
aminuscula: Totalmente de acuerdo en que nacemos con él aprendido, pero no es menos cierto que solemos olvidarlo. Da gusto que me leas.
Saludos
7 de Septiembre, 2006 - 15:08
“Son la historia, y nos advierten desde olvidados campos de batalla…”
Me quedo con esta frase, maravilloso texto Gabi
(espero quedarme quieta ya de una vez
Por Sevilla tendremos a Silvio dentro de muy poquito
un abrazo