Vie 3 Mar 2006
El cielo y yo nos resquebrajamos el mismo día. Puede que la grieta que sesgó por la mitad la bóveda celeste, comenzase a abrirse un segundo antes que la que partió mi pecho, pero la rotura fue casi simultánea. No sé cual me causó más espanto, ni cual me produjo más dolor, pero recuerdo una sensación como de vaciarme por dentro y, a la vez, un llenarme de vértigo. Incapaz mi cerebro de absorber lo que mis ojos le chivaban, quebró por completo mi cordura y grité. Grité, y con mi grito vertí fuera de mí la poca razón que pudiera quedarme. Luego quedé en silencio. Permanecí callado incluso después de que la grieta que rajó el cielo, desde levante a poniente, comenzase a recomponerse por si misma, reparándose desde el oeste al este, hasta cerrarse de nuevo delante de mis ojos, como si nada hubiese pasado. Quedé a la espera, intuyendo que el mismo proceso reparador podía producirse también en mi interior. Pero no hubo milagro, sólo silencio, un silencio eterno que se apoderó de mi boca y se hizo dueño de mis días, mis meses y mis años.
Afuera nadie notó nada, ni siquiera tú viste el extraño fenómeno que se había producido ante nuestros ojos, así que ni mucho menos percibiste que dentro de mí se había abierto una hendidura que ya nunca se cerraría.
Dijiste adiós tranquila, segura de ti, como siempre, como si no se acabase de romper delante de nosotros el mismísimo cielo.
Ahora yo estoy aquí solo, extraño, a la espera de que tal vez, como aquel día se curó aquella herida en el cielo, pueda empezar a cerrarse, por fin, esta grieta que me parte en dos el pecho.
Ernesto Jaire
MArzo 1995
Esta es, aparentemente, el segundo texto en orden cronológico de los que llegaron a mi poder.
3 de Marzo, 2006 - 1:24
Finalmente, la herida cura y el pecho deja de doler, hasta uno puede empezar a creer que el pecho vuelve a ser uno, sin tara, sin huella de la herida… Pero las heridas por pérdidas, dejan siempre cicatrices, y esas cicatrices, a veces ni los buenos recuerdos logran borrarlas, eso si sequiso… Sí se amó, las pérdidas producen pena, mucha pena, pero nunca heridas.
Un beso
Hannah
3 de Marzo, 2006 - 2:17
Vaya, siento que mi opinión no apoye esa ‘esperanza’ de una pronta cura… sólo es que, pienso, que hay grietas que no se recomponen… que simplemente nos abandona parte de su dolor cuando dejan de ser el centro de nuestra vida… cuando aprendemos a convivir con ellas… sólo podemos esperar que el dolor sea menos agudo, no que desaparezca…
Una sonrisa a tiempo igual ayuda
3 de Marzo, 2006 - 4:01
…Ahora yo estoy aquí solo, extraño, a la espera de que tal vez, como aquel día se curó aquella herida en el cielo, pueda empezar a cerrarse, por fin, esta grieta que me parte en dos el pecho.
Ernesto Jaire, con su texto, me hace sentir que un corazón roto no es exclusividad de una sola persona, sus letras son palabras que me calan alma adentro. Porque yo también llevo esa marca.
Mi profundo respeto, Gabi, por la dignidad que acunas entre tus letras.
3 de Marzo, 2006 - 10:47
El tiempo ayuda a cicatrizar las heridas. Algunas curan tan bien que no dejan rastro de cicatriz, pero otras forman parte de nosotros y se hacen crónicas.
Besos.
3 de Marzo, 2006 - 11:27
“Hay personas que nos hablan
y ni las escuchamos,
hay personas que nos hieren
y no nos dejan cicatriz,
hay personas que pasan por nuestra vida
y nos marcan para siempre”
Qué cartas más increíbles obran en su poder, querido Gabi.
Oleadas de besos con superglue para sus grietas.
3 de Marzo, 2006 - 11:40
Es curioso comprobar cómo los paisajes, las gentes y hasta el universo se amolda al estado de ánimo de quien los percibe…
3 de Marzo, 2006 - 11:48
Un silencio , doloroso, que nos deja quietos, inmóviles e incrédulos…
Yo también aquí me quedo quieta , inmóvil pero a la espera de las siguientes cartas…
un beso grande Gabi
3 de Marzo, 2006 - 11:50
Las heridas del alma pasan desapercibidas para la mayoria de los que miran pero no ven…
3 de Marzo, 2006 - 12:57
Aparte de la buena escritura, no es que fuera la alegría de la huerta el pobre. Gracias por la visita.
3 de Marzo, 2006 - 13:07
recuerdo haber visto más de una vez ese increible fenómeno, en que el cielo se divide y el corazón refleja tan dolorosa división, cuando dos que eran uno vuelven a ser dos partes diferentes, separadas, pero jamás como fueron antes.
también he visto como ese cielo se une, y esas personas consiguen encontrar la unidad en sí mismos, reconstruyéndose, restaurándose, renaciendo…no puede pretenderse amar de nuevo sin haber aprendido a amarse uno mismo.
Besos primo, bellísimo texto
3 de Marzo, 2006 - 13:13
“Esa sensación de vaciarte por dentro y, a la vez, llenarte de vértigo…” Se me eriza el bello sólo de pensar en una situación así…
Un beso.
3 de Marzo, 2006 - 13:27
Aunque se cure la herida del pecho, siempre quedará la cicatriz y ésta dolerá siempre que bajemos los ojos y la miremos. Precioso texto.
Un abrazo
3 de Marzo, 2006 - 14:31
Las heridas son peldaños que nos llevan a la escalera donde subiremos hacía la esperanza, son inevitables y a veces… necesarias. Besos de mariposa llena de tiritas .
3 de Marzo, 2006 - 18:14
En el comienzo, me hizo recordar algo y luego comprobé que , tal vez, recordaba mi propio nacimiento. Una grieta en el cielo de aquel, nuestro mundo.
Besos y principios.
3 de Marzo, 2006 - 20:12
Desgarrador. Por desgracia, aunque se cierren esas grietas siempre quedará cicatriz. Y si no cierran bien corremos el peligro de sufrir una infección. Volvernos un tumor social de odio.
Ronroneos
3 de Marzo, 2006 - 21:43
cero concentración para escribir más que esto: usted escribe muy bien.
(y que la tinta seca del comentario, alcance a valer para este y el otro post).
3 de Marzo, 2006 - 23:00
Es muy difícil que una herida, a poco profunda que sea, no deje cicatriz. Pero hay cicatrices casi imperceptibles (como la de mi cesarea, por cierto) y otras realmente feas, dolorosas…Depende de muchas causas el que sean de uno u otro tipo y pueden mejorar bastante con unos buenos cuidados, aunque solo sea un “sana,sana, culito de rana” de alguien cercano.
Tengo bastante claro cuanto tardan en cicatrizar las heridas de la piel, pero y las del alma, alguien ha hecho algún estudio? Curiosidad científica.
Besos sanadores a poder ser para ti y para Ernesto.
3 de Marzo, 2006 - 23:30
Mucho dolor, tuvo que recorrer su cuerpo para escribir de esa manera
Besitos Gabi.
6 de Marzo, 2006 - 13:43
Acabo de pasar por eso, estoy roto, irremediablemente abatido.. =(
6 de Marzo, 2006 - 20:51
Las heridas cicatrizarán…pero la memoria, ¿Como?
Saludos, Bro!
6 de Marzo, 2006 - 22:40
Gracias por todos los comentarios. Creo que todas las heridas acaban por cerrar. El tiempo de cicatrización es lo que varia, y a veces parece interminable. Poco a poco, incluso las cicatrices dejan de doler, y a veces pasan a ser sólo un recuerdo, o una historia que contar.
Besos y Abrazos.
Pdta: Todo pasa Stalmat.
8 de Marzo, 2006 - 18:59
Solo que ya pasò,el pasado esta muerto,a vivir el momento,el dia de hou como si fuese el ìltimo dia del resto de tus dìas.
marcos.
11 de Marzo, 2006 - 23:41
Mayka: Graciasss!! Habrá que saciar esas ganas.
A ti