Vie 3 Feb 2006
Esta historia no empieza aquí, sino hace tiempo en una estación de metro
…..Empezamos por curarnos las heridas el uno al otro. Las suyas eran recientes y aún sangraban. Sobre todo cuando algún recuerdo inoportuno se colaba de polizón en el barco de su memoria. Entonces ella era un naufragio y yo me dedicaba a rescatar sus restos, y a devolverla al mar. En aquella época ella era como un puzzle que yo construía pacientemente, pieza a pieza, sólo para ver como se deshacía ante mis ojos, por un detalle, un brillo o, quizás, una canción. Ella no me quería entonces. Lo sé perfectamente, pero necesitaba un bastón. Y yo nunca dejé que tropezara.
Mis heridas eran viejas, pero aún dolían con el frío extremo o con los cambios de tiempo. Mis heridas eran cicatrices ya hacía tiempo, pero a veces aún palpitaban. Entonces ella me abrazaba y apretaba fuerte, muy fuerte, hasta que mi dolor era también su dolor. Lo hacía suyo y así era menos mío y más de nadie. Me extirpaba el dolor sin más instrumental que sus caricias, y algún beso. Yo no recuerdo si la quería entonces, pero sí sé que necesitaba encontrar un camino. Y ella nunca dejó que me perdiera.
Poco a poco, los dos volvimos a sentirnos vivos. Nunca completos, nunca del todo. Los perros apaleados nunca vuelven a recuperar del todo la confianza. Pero, poco a poco, el juego cambió de reglas, y, sin darnos cuenta, dejamos de lamernos las llagas mutuamente, para empezar a inventar motivos para la sonrisa, y pronto nosotros fuimos suficiente motivo. Las miradas también cambiaron. Sus ojos pasaron de decir “Te necesito” a insinuar “Te quiero”, gradualmente, como cambia el invierno a primavera, en pequeños detalles, en ligeros deshielos. Llegó un día en que sus ojos no dejaban ya rastro de dudas. Para entonces, los míos eran un ejército rindiendo sus armas, y ella, vencedora, las recibía. Ella no me pidió promesas y yo no quise juramentos. A estas alturas los dos sabíamos ya que una palabra es un papel mojado.
A veces ahora, cuando salgo a la calle y me enfrento a la prisa, o me asalta el absurdo cotidiano, o cuando miró a los rostros de los otros y me responde el vacío, cuando paseo irresponsable por el borde del abismo, o cuando mi razón es más razón que nunca y no me da razón que me convenza de que estar aquí vale la pena; entonces vuelvo a casa y siempre está ella, y me extirpa el dolor con un abrazo, y a veces yo, por la noche, la regalo algún poema.
3 de Febrero, 2006 - 1:37
Ojala todos tuviesemos alguien esperandonos en casa asi
3 de Febrero, 2006 - 2:07
Secundo lo dicho por “ideas”.
El mundo y la realidad cotidiana se torna continuamente fría y desapacible,en sus vaivenes…
Pero mientras te sigan esperando en casa, mientras te curen y tengas el don de curar llagas sin más medicinas que un abrazo o un beso, mientras se motiven poemas o canciones y “mientras haya cielo”, como también dices… Así dan ganas de enfrentarse al mundo.
Dichosos los que son esperados en sus casas.
“Ojalá todos tuviésemos alguien esperándonos en casa así”, como comenta “ideas”.
¡Un saludo, Gabi!
3 de Febrero, 2006 - 3:06
…”Poco a poco, los dos volvimos a sentirnos vivos. Nunca completos, nunca del todo. Los perros apaleados nunca vuelven a recuperar del todo la confianza. Pero, poco a poco, el juego cambió de reglas, y, sin darnos cuenta, dejamos de lamernos las llagas mutuamente, para empezar a inventar motivos para la sonrisa, y pronto nosotros fuimos suficiente motivo. Las miradas también cambiaron.”…
Una preciosidad, literalmente.
Te felicito, Gabi.
3 de Febrero, 2006 - 10:12
así comienzan muchas bellas historias, uno es camino y el otro lugar al que agarrarse, uno es apoyo, el otro faro…
una vez más, me has llegado, tal vez porque lo que describes pudiera haberlo descrito yo, aunque no mejor de lo que lo has escrito.
Besos y un abrazo fuerte
3 de Febrero, 2006 - 11:15
y después de ese poema, seguro que ella llora de felicidad y el abrazo vuelve a ser fuerte, durante toda la noche.
Una abrazo fuerte también, y un beso
3 de Febrero, 2006 - 12:05
Es precioso poderse sentir así …
Algún día todos tendríamos que ser protagonistas de una história parecida … (Me has puesto melancolica que se le va a hacer !!)
Eso si … sin otro final, que tu final … con una poesía de regalo …
Un besazo.
3 de Febrero, 2006 - 12:29
Hola Gabi, ya he regresado de mi “larga ausencia” y en breve espero ponerme al día con la maravillosa lectura de tu blog. Mientras, un besito.
Hannah
3 de Febrero, 2006 - 13:24
Inmenso Gabi, inmenso el placer de leer tus palabras…
Un beso.
3 de Febrero, 2006 - 13:39
Ahora mismo, si el texto es bonito la realidad lo es mucho más. TQ. Un abrazo de los que extirpan lo que haga falta.
3 de Febrero, 2006 - 14:57
Te parece bonito hacerme llorar? de emoción, de alegría por dos personas a las que estoy empezando a querer muy deprisa, y porque como siempre tus letras me llegan. Un besico de mariposa en tus cicatrices, esas que ella cuida cada día.
3 de Febrero, 2006 - 16:07
otros mundos, otros seres… otras circunstancias =$
3 de Febrero, 2006 - 16:54
Supongo que no hay un momento concreto, un gesto culminante… simplemente es eso, un día te das cuenta de que quieres a alguien por su simple presencia, o ausencia, da igual… que sobran los motivos o que no hay más motivos que valgan… No hace falta verle sonreir para saber que nada ilumina mas que su sonrisa, ni hace falta que te abrace para saber que es su abrazo lo que más te reconforta…
Que bien volver a casa y comenzar una tarde leyendo cosas asi.
Besos estrujaos
3 de Febrero, 2006 - 16:54
Alaaaa!!!!!, ….yo también quiero una poesía cada nocheeeee !!!!
Jop! que suerte tienen algunas, ….
Un abrazo apretaito.
Pd: …maldita IP!!! me descubriste otra vez……..
3 de Febrero, 2006 - 17:28
Y hay amor más grande que ese que te dan cuando necesitas que te curen?, cuando añoras tanto una caricia que sólo de pensar en su falta duele? No, Gabi donde hay aun amor así:curativo, sanador, balsamico, cálido… que se quiten todos los Cupidos cargados de flechas, que se quiten todas las alianzas aureas, un amor así es el amor supremo.
Abrazos
3 de Febrero, 2006 - 18:05
“…entonces vuelvo a casa y siempre está ella, y me extirpa el dolor con un abrazo, y a veces yo, por la noche, la regalo algún poema.”
No sé a que me recuerda.
De hecho es esa complicidad, ese cuidarse mutuo, ese “estar por que quiero estar” constante, cuando es de dos, lo que alimenta al amor.
Bello en verdad.
Te pido permiso para hacer referencia a esta historia en mi rincón, en un futuro no muy lejano.
ronroneos
3 de Febrero, 2006 - 18:08
” Ella no me pidió promesas y yo no quise juramentos. A estas alturas los dos sabíamos ya que una palabra es un papel mojado”. Una historia de amor que surje alimentada por la necesidad de un asidero en el que poder sanar heridas.
¡Qué maravilla!
Un beso.
3 de Febrero, 2006 - 20:18
aprendo cada vez que te leo
un abrazo!
3 de Febrero, 2006 - 20:59
Vuelvo a tu blog tras unos días, quizás lo intuyeras, muy malos. Días en los que nada podía consolar una vieja herida que, de cuando en cuando, supura verde soledad. Ninguna palabra podía haber borrado entonces tanto frío impreso en mi sombra. Hoy, vuelvo a tu blog y me vuelven a decir cosas tus palabras… Puede que esté empezando a salir del agujero.
Un abrazo. Salud y respeto para un escritor.
3 de Febrero, 2006 - 22:01
Ideas: Y alguien a quien esperar…pero si no lo hay, habrá que aprender a abrazarse uno mismo, y a quererse. Besos.
Carlos: Pues fíjate que ese don que comentas de curar y de ser curado, creo poseerle, por desgracia también, como todos, el de provocar heridas. Veneno y antídoto. como casi todos. Un abrazo.
Insanity: Gracias por las felicitaciones I. Motivo para la sonrisa es por ejemplo cuando veo que me has visitado y me has saludado. sonrisa agradecida.
Seleka: Y es que el querer, el sentirse queridos, es una necesidad. Eso de que no lo podías haber escrito mejor vamos a dejarlo eh! que nos ponemos a discutir y no es plan Échame una mano prima…
Esencia: Alguna que otra vez es tal y como lo describes . Besos
Lune: Decía Amaral “La melancolía es un licor bien caro”, así que si te pusiste melancólica, apura el trago, hasta el fondo, y a seguir. Besos.
Hanna: Encantado de tu vuelta. Tómatelo con calma. ¡Vaya carta para empezar!
Miada: Inmenso es el placer constante de tu visita ¿Has visto que cántabru he puesto el blog?
Yo: Eh! No aprietes tanto que me estás extirpando las amígdalas. TQ. (¿Qué querrá decir eso?)
Zarem: Pues sí. Me parece bonito,¿para qué te voy a engañar?. Besos en las lágrimas.
Stalmat: otras circunstancias pero… los sentimientos y las necesidades son siempre iguales.
Rocío: Es más un poco a poco, sí. Tómate con calma el fin de semana, eh, no arrases con todo que te conozco! Besos.
Elen: Si te sirve el mismo, te mando copia . Asesora maga, que me tienes loco esperando la segunda parte. (Ya me he dado cuenta que el cambio de casa ha sido un intento de librarte)
Trini: Estoy contigo, el amor es necesidad. Por cierto, yo espero no encontrarme nunca a Cupido de frente porque me iba a dar la risa.
Gatopardo: Permiso concedido y no hace falta pedirlo. De hecho es un orgullo. Ese alimento del que hablas es el imprescindible.
Reflejos: Las heridas entre dos, cicatrizan antes. Besos de calma
Leo: El aprendizaje es constante y yo no paro de aprender de tus cuentos. Abrazos.
Angel: Espero que, poco a poco, se cierre la herida y cada vez supure menos.Todas cierran si se les da tiempo a cicatrizar. Al menos de eso quiero convencerme yo. Me alegro de que estés mejor. No sé si has pasado por el post anterior pero cuando le escribía, me acorde de tí. Pensé: este le puede gustar a Ángel.
Un abrazo.
3 de Febrero, 2006 - 22:01
Precioso. Precioso tu texto, precioso sentirse así. Ahora lo sé.
Besos, Gabi.
3 de Febrero, 2006 - 22:04
Hermosas palabras, y tan ciertas como la certeza (una de las pocas que tengo) de saber que el amor no existe hasta que encontramos a la persona que amamos.
Besos y bastones.
5 de Febrero, 2006 - 0:38
Es precioso el post! la mejor promesa es no hacer ninguna promesa, sino dejar las cosas q sigan su curso… y sobretodo no complicar más las cosas de lo q son ya de por sí.
Precioso! tienes una forma muy bonita de escribir!
besos
5 de Febrero, 2006 - 10:57
Es así, el amor nos hace llevadero lo ordinario, y a veces nos premia con un refulgente temblor, con un espasmo (vance del paraíso si lo hubiera o simplemente eso: el paraíso que hay).
Un abrazo.
5 de Febrero, 2006 - 15:51
Esa es la verdadera patria, la conquistada a base de amor, de cariño y ternura.
Ese es el territorio que tenemos que defender, del terrible frío del mundo, o tal vez sea la única esperanza que al mundo le queda.
Cuídalo!
6 de Febrero, 2006 - 9:44
Ana: Que dure el sentimiento
Duda: Existe una larva, existe el deseo de Amar. Cuando conocemos a quien amamos, empieza la metamorfosis, de crisalida a mariposa. Besos.
Diablilla: Gracias. Tal vez todo sea muy fácil y nosotros lo hacemos dificil. Besos.
Alfredo: Creo que es el paraiso que hay, y mejor disfrutarle ahora, antes de que nos expulsen. Un abrazo
Juan Cosaco:Puede que sea la única patria que merece la pena defender a costa de cualquier cosa.
6 de Febrero, 2006 - 16:59
Me ha faltado la segunda parte, cuando empiezas a rendirte o a ganar, a creer y a confiar… por eso ando tan perdida y silenciosa estos días.
Me ha gustado muchísimo, Gabi, yo también lo quiero guardar para hacer referencia, si me dejas…
6 de Febrero, 2006 - 17:23
Todo tuyo Mely, para lo que quieras. Y en lo que se te pueda ayudar a encontrarte…. Besos.
6 de Febrero, 2006 - 22:46
“Sobre todo cuando algún recuerdo inoportuno se colaba de polizón en el barco de su memoria. Entonces ella era un naufragio y yo me dedicaba a rescatar sus restos, y a devolverla al mar”
Todos los párrafos me parecieron especialmente bellos, entienderás que este me haya llegado mucho más profundamente…
Me llené de restos de naufragios hasta que decidí, como marea, a devolver a cada cual a su puerto, para evitar más pérdidas..
7 de Febrero, 2006 - 11:54
Me ha emocionado leerte.
Es fácil reconocerse en tus palabras, me gustan las historias de amor que se cocinan a fuego lento.
Saludos
13 de Marzo, 2006 - 10:59
escribes sobre cosas de la vida que me interesan mucho, como la historia de dos barcos que hacen agua, me gusta mucho tu blog, enhorabuena, pienso volver
4 de Junio, 2006 - 3:04
Poco a poco las lágrimas se transforman en aleteos de mariposas en el estómago…
Un abrazo de colores…
Helena.
17 de Octubre, 2006 - 16:32
:)). Para tí.
16 de Mayo, 2008 - 13:43
Holaa para mis kompañeros y buee nose bueno CHAUUU