De pequeño no se dio cuenta de nada.

Ni siquiera sus padres mientras le grababan con aquella recién comprada cámara de video, -felices, con las sonrisas de oreja a oreja, bocas profidén, los ojos llenitos de ilusión, riendo las gracias del peque, ¡qué gracioso que está el niño!, ¡mira qué mono!,¡mira cómo intenta coger su sombra! ¡graba!¡graba cariño! Ya voy, es que me dejé la tapa puesta ¡Uy, qué torpe llegas a ser cariño! ¡Pero graba!.- se dieron cuenta de nada.

Aquel día, por supuesto, no logró coger su sombra. Ni ningún otro día. De hecho, desde aquella vez, que quedó registrada en la cinta convenientemente etiquetada “Ricardín- 1 año”, Ricardín se aburrió de aquel absurdo compañero que se estiraba y se encogía, le precedía o le perseguía, sin que nada lógico pareciese guiar sus actos. La verdad es que Ricardín se aburría pronto de todo.

Ricardín no volvió a interesarse por su sombra hasta el primer día en que ésta le habló. Sucedió a la edad de 9 años -cinta situada en la segunda balda por la izquierda del mueble del salón y etiquetada como “Ricardín 9 años”- en el patio de recreo de la “Saint James Evory School of Madrid”  -mamá había insistido en llevar al niño al colegio bilingüe más prestigioso del país- después de una pelea con Jaime de la Torre Pérez. Ricardín estaba en el suelo; Jaime le había derribado de un solo empujón después de que Ricardín le llamase “Maricón de Mierda”. Entonces -estando con el culo pegado a tierra, apoyado en los codos, intentando sorber los mocos que la pura rabia había colocado fuera de su nariz- fue cuando la oyó hablar por primera vez. “¿Vas a dejar que esto se acabe así?” Lo oyó con total claridad. Desvió su mirada hacia el suelo y pudo comprobar que era su propia sombra la que le hablaba, al tiempo que le miraba con desprecio, -casi tanto como el nutrido grupo de “compañeros” que al grito de “¡pelea!, ¡pelea!” habían formado ya un considerable corro-.

Supongo que será difícil creer que Ricardín no se asombró. En realidad creo que ni siquiera le extrañó un poco. Sólo sintió rabia. Una rabia salvaje, incontenible e incontrolable, que nació desde el extremo más extremo de sus terminaciones nerviosas y fue avanzando, como un torrente, hasta desembocar en el centro mismo de su sistema neuronal. El resultado fue una explosión pulmonar, un alarido de rabia tan fuerte que temblaron los cimientos mismos de la muy respetable “Saint James Evory School of Madrid”. Cuando escuchó el grito, Jaime, que ya se alejaba, intentó darse la vuelta para hacer frente a lo que pudiese venir. No le sirvió de nada. Un amasijo de odio hecho carne se subió a caballo de su espalda. Sintió que unos brazos le rodeaban con fuerza el cuello y luego notó un dolor indescriptible, como de desgarro, en su oreja derecha. Después de esto, afortunadamente, perdió el conocimiento.

A Ricardín tuvieron que retirarle de la espalda de Jaime entre cuatro fornidos educadores. El resto del profesorado se afanaba en atender a Jaime y, de paso, a Alvarito Reina, que se había desmayado al ver resbalar la sangre de la boca de Ricardín, mientras éste intentaba zafarse de los ocho brazos que lo sujetaban.

Podéis creerlo o no, a mi me da igual, pero mientras los profesores se llevaban a Ricardín, mientras él gritaba aún como un poseso “Maricón de Mierda”, mientras la sangre goteaba por su barbilla, mientras intentaban hacer que Alvarito Reina volviese en sí, mientras Jaime “una oreja maricón de mierda” de la Torre estaba inmóvil en el patio del recreo de la “Saint James Evory School of Madrid”, mientras en el suelo, la sombra de Ricardín, se mezclaba con las sombras de los profesores para imitar a un pulpo gigante y su presa, …podéis creerlo o no, a mi me da igual, pero aquella sombra no estaba gritando, aquella sombra se reía.

Ricardín fue expulsado del colegio al día siguiente. Papá y mamá -¡la culpa es tuya que le das todo lo que te pide!,¡que le tienes consentido!,¡mira quien habla!¡vete a la mierda!- movieron influencias, y al día siguiente del día siguiente Ricardín fue readmitido en la “Saint James Evory School of Madrid”. Papá y mamá -¡ves cariño como el tío Ernesto podía hacer algo!, ¡sí, cariño tenías razón! ¡No todo el mundo tiene un tío secretario de estado!- llevaron a Ricardín a clase.
Podéis creerme o no, a mi me da igual, pero fue recibido por el resto de alumnos de la muy noble “Saint James Evory School of Madrid” como un auténtico héroe. Los padres de Jaime “Maricón de etc” de la Torre recibieron un suculento ingreso en cuenta y les fue facilitado el traslado de su hijo a otra prestigiosa institución docente bilingüe. El incidente quedó archivado en la sección “cosas de críos” y, poco a poco, se fue olvidando. Incluso yo lo olvidé. Yo, que estuve allí, en aquel corro, gritando “pelea, pelea”, enardecido como una bestia igual que los demás.

ESTE NO ES EL FINAL

Sé perfectamente que me he desviado de la línea habitual de mis “post”. Francamente: hoy no me apetecían muchas trascendencias. La historia de “Ricardín y su sombra” me vino a la cabeza esta mañana, y sentí que si la dejaba dentro me iba a acabar mordiendo. Así que había que escribirla. Prometo volver a mi línea habitual. El caso es que hoy nace una nueva categoría en el “blog”: Relatos interactivos.¿Motivo?: me surgieron no uno sino dos posibles finales. Difícil elección. Ante la disyuntiva renuncié a optar por uno u otro y resolví poner los dos. No contenta con eso, mi mente febril (estoy con gripe), maquinó intentar involucraros a vosotros, desprevenidos visitantes, en la historia.
Tenéis una encuesta para poder optar por uno de los posibles finales. Agradeceré infinito vuestra colaboración en este juego, y no sólo eso sino que os invito a añadir variaciones y nuevos finales usando los comentarios. (No es imprescindible. También podéis comentar sólo para mandarme besos y abrazos y eso ;) -insultos no que estoy malito y con las defensas bajas) Los nuevos posibles finales que inventéis se irán añadiendo a la encuesta. Hasta siete :( .
Un saludo y gracias por participar en el experimento :)

POSIBLES FINALES:

FINAL 1(Gabi)

Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo cuando al leer el periódico me encontré en la primera página con Ricardín, de frente y de perfil, más mayor, el pelo más largo, pero Ricardín al fin y al cabo. “Parricidio en Madrid”. La foto inferior mostraba un par de cadáveres convenientemente tapados por mantas. No me costó nada imaginar a mamá y a papá -¡dile al niño que suelte el cuchillo!¡Ricardín Cariño!¿Qué haces? ¡Suelta eso!- debajo.

Podéis creerme o no, a mi me da igual, pero en la foto de perfil de Ricardín, con su cara oponiéndose a la luz del flash del fotógrafo de la policía, se proyectaba sobre la pared una sombra bien definida. Esa sombra se reía.

FINAL 2 (Gabi también)

Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo cuando al leer el periódico me encontré en la primera página con un rostro que me resultó vagamente familiar. Encima el titular: “Detenido el presunto asesino del industrial Ricardo de la Vega”. Las líneas inferiores ampliaban la noticia: “La policía detuvo en la noche de ayer a J.T.P. como presunto asesino del conocido industrial. La detención fue posible gracias a la información facilitada por un testigo ocular del crimen, el cual afirmó que al asesino le faltaba una oreja”.
Había también una foto del lugar de los hechos. El cuerpo sin vida, convenientemente tapado por una manta, proyectaba sobre la pared su sombra. Podéis creerme o no, a mi me da igual, pero la sombra no estaba tumbada, sino erguida, y, podéis creerme o no, pero juro que la sombra se reía.

FINAL 3- SELEKA(Inconcluso y abierto a continuaciones)
Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo cuando acudí con un antiguo compañero de colegio, aquel que gritaba “¡la oreja y el rabo!” a una representación teatral, la obra era, podéis creerme o no, Peter Pan. Y allí estaba con mallas y a lo loco, el amigo Ricardín, que tras ir y venir de colegios bilingües (en los que tanto él como su sombra habían perdido el acento madrileño…y otras cosas) había conseguido acallar a su psicópata interior a base de pintar con los pies, tocar el piano con la nariz, y representar obras para niños vestido con mallas ajustadas (que poco le favorecían) y colgado de una cuerda que no pocas veces había cedido.
Pero lo que pocos sabían, tenían suficiente con que no mordiese más orejas, era que otra sombra mayor y más poderosa tenía a ambos, a Ricardín y su pequeña sombra infantil, bajo su poder…Podéis creerme o no, pero ni el más loco enajenado ido y descerebrado, podría imaginar lo que ocurrió a continuación…

FINAL 4-Zarem - Erótico Festivo

Sí, yo tambien lo olvidé. Hasta esta mañana, cuando me ha llamado mi amiga Clara, estaba histerica, y me pedía que fuera a su casa, de fondo se oían voces, de hombre.
Al llegar, no me abría la puerta, y he tenido que usar la tarjeta del banco, al menos para eso sí sirve.
Al entrar, he oido tres voces, la de mi amiga alterada, y otras dos inconfundiblemente varolines, algún llanto…
Lo que no esperaba es encontrarme a Ricardin sentado en una silla, sollozando.
Y en la cama… Clara se había rendido al fin a la sombra… que le hacía el amor mientras reía.

FINAL 5- Marea Blanca - Final Arrepentido.
Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo cuando al despertarme descubrí que tampoco yo proyectaba ninguna sombra. Nunca más volví a ver a Ricardín, el motivo no lo recordaba, pero tras esa pelea no volvimos a hablarnos y, podéis creerme o no, hubo un tiempo en que fue mi mejor amigo, inseparables.

Me encantaría verle una sola vez más, para disculparme, rogarle que fuese él quien olvidase que hubiese gritado en esa pelea, por haber jaleado, debí haberle ayudado, era mi hermano del alma. Pero reí.

He encontrado el vídeo de la estantería, creo que vuelvo a él, a esa cinta, no olviden, la situada en la segunda balda por la izquierda del mueble del salón y etiquetada como “Ricardín 9 años” sabrá que allí, siempre que quiera, me encontrará.

FINAL 6 - Elen - Hippy End

No pude olvidar tan rápidamente a Ricardín, fueron terribles años de terápia de grupo en las que explicaba mis profundas pesadillas en las que se me aparecía con la oreja colgando de su boca y sus ojos inyectados en sangre. Toda la clase quedó tocada por aquel escalofriante suceso y los psicólogos no daban a basto con tanto crio traumatizado, se hicieron de oro.

Se nos conoció con el sobrenombre de los “niños poseidos bilingües de Saint James”, ya no te digo más….

De él no supe gran cosa, al cabo de un tiempo me enteré que sus padres lo habian internado en un prestigioso centro psiquiatrico bilingüe durante unos años, allí se enamoró de una psicóloga, a las pocas semanas se casaron en un ritual hindú que duró tres semanas y sé que ahora viven en Ibiza.

Ella se dedica a hacer collares con cuentas de madera, a leer el futuro en los posos del café y a trenzar el pelo a los extranjeros.

Él por su parte se dedica a vender unas extrañas urnas de cerámica que hace con sus propias manos, según dicen…..y podéis creerlo o no….sirven para encerrar a tu propia sombra…. atrapa-sombras lo llama y duerme muy tranquilo desde el día que encerró la suya en una de esas urnas, selló la tapa con pegamento loctite y la tiró al mar ante la mirada atónita de la gente que estaba tomando el sol en la playa, mientras cantaba imitando a Nino Bravo…..

“Libreeeeee, como el sol cuando amananece yo soy libreeeee, como el marrrrrr.
Libreeeee, como el ave que escapó de su prisión y puede, al fin, volaaaaar…”

Ritual que repite cada solsticio de verano, por si queréis ir a verlo….

FINAL 7 Gatopardo- Un arañazo al final. :)
Lamentablemente no le puedo poner en la encuesta(No me cabe :( )
pero se le pueden dejar apoyos y adhesiones por la injusticia en los comentarios :)

Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo que el enfrentamiento con Ricardo trajo a mi mente el suceso. Y juro haber escuchado esa risa, la misma que hace doce años oí cuando “maricón de mierda” perdió aquella oreja. No es que quiera justificarme, se que no me van a creer y de todos modos no puedo cambiar lo pasado. Sólo diré a mi favor que Ricardo perdió los estribos. Pongan eso en el expediente. Y ya estando en el suelo no me quedó más opción. Era más fuerte que yo. Más violento. Por eso no dudé en estrenar la navaja. No dudé en hacer caso a la voz tras de mí: ‘¿Vas a dejar que esto se acabe así?’

FINAL 8 - Mayka- La sombra en el asfalto.
Idem que el anterior. :) Apoyos en los comentarios ;)

Sí. Yo también lo olvidé. Hasta ayer mismo cuando al pasear por el parque, unos niños jugaban a pisar la sombra del otro. En aquel instante, las dos se juntaron en una sola sombra que provenia del ensalzamiento de los dos niños, una pelea provocada por los achuchones que se propiciaron jugando… Cuando corrimos a separarlos uno quedaba inconsciente en el suelo, conmocionado por los golpes que se intercambiaron. La ambulancia no tardó en llegar. Cuando levantaron el cuerpo de uno de los niños y se lo llevaron, se preocuparon de echar serrín sobre aquella mancha que quedó en el suelo, supuestamente de sangre.

Al pasar cerca del lugar de los hechos pude comprobar que aquella mancha no era consecuencia de ninguna herida. En mi interés por el niño me dijeron que se apellidaba de la Vega… y recordé a Ricardín, cierto… tenía un leve parecido…

Podéis creerme o no, a mi me da igual, pero a la vuelta y con un ritmo más acelerado, pasé cerca de aquella mancha casi indistinguible por mezclarse con las de grasa de coche… pero aquel ruido que provenía del asfalto… os lo aseguro, no era el rujir de los motores.

Lo escribió Gabi y lo guardó en Parábolas y Cuentos , Relatos Interactivos :)