Vie 13 Ene 2006
Monigote estuvo tres días deambulando perdido por el suelo de la cocina, esquivando escobas y fregonas, huyendo aterrorizado de los pies de los niños que trotaban incansables, evitando ser aplastado por las patazas del perro de la familia.
Cualquiera en su situación hubiera, probablemente, renunciado a vivir en aquel extraño mundo de gigantes tridimensionales. Cualquier otro se hubiese derrumbado después de ver toda su vida tirada, literalmente, a la basura. Monigote, sin embargo, se repuso y, aunque sabía que jamás conseguiría borrar de su memoria el paraíso perdido, decidió sobrevivir y buscar un nuevo hogar.
El suelo de aquella cocina no era, definitivamente, un lugar seguro. Así que elevó al techo su pequeña cabeza de globo, apretó fuerte la raya que le servía como boca y se dispuso a salir de allí. Su primer plan consistió en abandonar el suelo para subir a la mesa. Desde allí tendría, sin duda, una mejor vista del nuevo mundo y podría aclarar sus ideas. La ascensión por el mantel hasta coronar la mesa le llevo dos días completos. En estos dos días tuvo numerosas veces la tentación de dejarse caer. Al fin y al cabo, nada cierto le esperaba en la cima, y son pocos los que escalan montañas sólo por el placer de escalarlas.
Cuando la primera luz del fluorescente de la cocina anunciaba el comienzo del tercer día, Monigote llegó a la cumbre. Allí, tumbado sobre el mantel de cuadros azules, descansó su pequeño cuerpo de la dura prueba superada. No había raya que no le doliese, y su redonda cabeza parecía a punto de estallar. Pero lo había conseguido y allí, a su alcance, estaba el premio: un nuevo paraíso que habitar. Olvidado del día anterior, con manchas de cacao en una esquina, pero absolutamente radiante y lleno de un colorido que Monigote jamás pensó que pudiera existir, estaba el dibujo más bello del mundo. Sorteando cajas de cereales y tazones de desayuno, Monigote avanzó por la mesa, todo lo rápido que se lo permitían sus pequeñas piernas.
Frondosos árboles de color verde; un sol sonriente, como el que él contemplara desde su antigua casa, pero de un amarillo intenso; un cielo de rayas azules sobrevolado por pájaros verdes; la casa, un pequeño palacio y, al pie de un árbol protector, un nuevo amigo al que acariciar. Monigote saltó sobre el papel, desbordado de esperanza y con toda la ilusión de la que es capaz un diminuto garabato. Lo consiguió. Se metió dentro del dibujo como si este hubiese sido dibujado para él, como si el sol, los pájaros, la casa, el árbol llevasen toda su vida esperándole. Y una vez dentro, la raya que le servía de boca curvó sus extremos hacia arriba, y así permaneció, hasta que un día… Pero esa ya es otra historia.
Dibujo: Beatriz M.
Para Seleka a la que prometí colorear el monigote.
13 de Enero, 2006 - 20:56
Me alegro muchísimo de que Monigote haya encontrado su nuevo hogar, de que su dura lucha haya merecido la pena. Se lo merecía, ¿verdad?
Muchos besos y que también tus luchas tengan final feliz.
13 de Enero, 2006 - 21:22
Seguramente, y como dejas ver en las ultimas palabras, este no será el final de monigote… vendrán posiblemente mas altibajos… pero qué más da eso hoy…
Un besito Beatriz!!!!!
Hoy se le presentó una ocasión de esas de felicidad espontánea, y la ha sabido aprovechar, de eso se trata… de ir acumulando momentitos como este
Sin duda es el rey de la casa, saludando cual alteza desde su balcón jejeje… y menuo guardián sa buscao… miedo da!
13 de Enero, 2006 - 21:24
ays, mencantan las ventanitas tipo “heidi” en el tejado!!!!
14 de Enero, 2006 - 3:02
…”Monigote vivía feliz en su mundo plano.”…” Lo consiguió. Se metió dentro del dibujo como si este hubiese sido dibujado para él, como si el sol, los pájaros, la casa, el árbol llevasen toda su vida esperándole. “…
Mire que me ha salido Ud. un buen dibujante; además, dibuja de todo, ve?.
Gabi, tu no imaginas el viaje que ha sido leer este post y el primero, de Monigote; me encantó. Eso. Espero las próximas historias.
Buenísima idea ha tenido Seleka en proponerte que le pusieras color.
Un abrazo(sin coma, aquí) amigo
14 de Enero, 2006 - 11:06
… esa ya es otra historia y deberá ser contada en otro momento; lo que he leído es una fábula genial que me recuerda que cada pequeño ser vivo tiene su historia, su realidad, sus sentimientos. Es en estas pequeñas historias donde se forja nuestra gran Historia.
Buen sábado!
14 de Enero, 2006 - 14:05
¿Sabes que tengo agujetas de ayudar a monigote a subir la mesa? Pero ha valido la pena.
Besos de una maia.
14 de Enero, 2006 - 15:28
ME GUSTA!
De la historia la capacidad de monigote de seguir adelante, y del dibujo me quedo con los pájaros verdes que vuelan hacia el sol sonriente y el saludo de monigote que dice claramente “aquí os espero”.
Gracias a los dos (B y G), la suma es un regalazo!
14 de Enero, 2006 - 17:09
vaya regalazo seleka!
precioso gabi,precioso. Qué imaginación!
un abrazo fuerte
14 de Enero, 2006 - 17:20
Habrá en algún lugar de este mundo un dibujo para colocar mis sonrisas
y reposar hasta el siguiente cuento?
Besitos.
14 de Enero, 2006 - 18:28
¡Vaya forma de luchar la de Monigote! Una vez más tu imaginación sigue arriba! Un cuento precioso y el dibujo del sol me encanta.
Un beso.
14 de Enero, 2006 - 22:40
Monigote…..mi heroe !!
Yo de pequeña también dibujaba soles sonrientes…. le dibujaré uno a Monigote……siiiiii, ya sé que a ti te debo “pintar esta noche”, uf! se me acumula el trabajo…..
Mientras tanto…..
Besos de colores.
15 de Enero, 2006 - 1:21
¡Oh! ¡Justo en lo más intgeresante!… ¡Me ha parecido tan tierno!
¡Aguardo impaciente la siguiente entrega!
Un abrazo cálido
Hannah
15 de Enero, 2006 - 12:13
Yo: Monigote se merecía un final feliz. Si es que este es el final
Rocio: La temporadita que se va a tirar monigote en su palacete, con su sol y su “golden retriever” (el perro es de raza
) no se la quita nadie.Besos. Pdta: Parece que va a entrar “pichí” por la ventanuca.
Insanity: Espero que no haya sido un viaje tan duro como la ascensión de monigote.
Un fuerte abrazo.
Juan: Sí. Todos tenemos nuestra pequeña historia y la de monigote no es menos importante que la mía o la tuya. Un abrazo.
Wendeling: espero que se te pasen pronto las agujetas
Sin tí Monigote no lo habría conseguido. Besos.
Seleka: De nada y gracias a tí por la idea de los colores. En la “foto” que saca Beatriz de Monigote en su nueva casa dan ganas de responderle el saludo verdad?
Leo: No es imaginación. Es una historia veridica. Me la contó Monigote ayer cuando iba yo a sacar la mantequilla de la nevera. Es un gran conversador.
Darilea: Pues seguro que sí. Solo se trata de subir la mesa, pero no es fácil. Animo y Besos.
Reflejos: Ojalá el sol de verdad sonriese siempre así verdad?. Monigote es un luchador nato e incansable.
Elen: Le he contado a Monigote que es tu heroe y se le ha puesto toda la cabeza como un tomate. No está acostumbrado a los halagos. Y sí, como sigas así no vas a dar a basto. Besos monocromáticos pero intensos.
Hannah: Es que hay que mantener el interés, como en los culebrones… Besos.
15 de Enero, 2006 - 19:29
Me encantaría meterme en el dibujo!
Me ha gustado mucho, pero la historia continúa y siempre nos dejas con la miel en los labios!
un beso fuerte Gabi
15 de Enero, 2006 - 20:11
LLego de un viaje a la felicidad y me encuentro con este monigote que no se cansa de luchar y gracias a ello recibe su recompensa, posiblemente vengan más terremotos, o cosas peores, pero si uno tiene ganas de sonreir… al final del camino siempre espera la esperanza. Como siempre precioso y conmovedor. Besitos de una que aún no ha aterrizado
. (Desastres se ha portado genial
).
15 de Enero, 2006 - 23:22
Esencia: Quedarías muy bien dentro del dibujo.
Que mejor sitio para la miel que en los labios
Zarem: Bienvenida viajera! Seguro que habrá más viajes a la felicidad
Ya sabía yo que se podía confiar en desastres
15 de Enero, 2006 - 23:24
que siga que siga, me quede con ganas de seguir leyendooooooo jejee
16 de Enero, 2006 - 8:11
como haces para tener tanto q escribir?, ando algo bloqueado estos días, divagando entre mis sueños y realidades…
16 de Enero, 2006 - 12:20
Increíble.
Me ofrezco como garabata para una vida bidimensional.
;)
Tsunami de besos ( pero por favor, no deje que no le caiga ni una gota al Sr. Monigote, dejémosle disfrutar de su nueva y flamante casa).
16 de Enero, 2006 - 14:28
Cintia: seguirá, pero de momento habrá que dejarle descasar un poquito que la paliza que se ha pegado el pobre subiendo la mesa le ha dejado baldado.
Stalmat: Por ahí por donde divagas es dónde encuentor de que escribir. Un abrazo y gracias por la visita.
Marea: No se ha mojado ni un poquito. Le he avisado y se ha puesto a cubierto. ¿andará Monigote buscando una garabata?
16 de Enero, 2006 - 16:40
Aunque no lo haya visto en mí misma, pero parece ser q quien lucha, consigue lo q busca y quiere. Siempre será así?
besitos
16 de Enero, 2006 - 18:39
Pue mira Diablilla, podría quedar muy bonito decir que sí, que todo el que lucha consigue lo que quiere, pero, por desgracia, no es verdad. Lo único cierto es que si no se lucha es mucho más dificil conseguirlo y es más cierto aún que la lucha en si misma, ya es un logro.
Besos.
16 de Enero, 2006 - 19:44
No creo que exista una forma más bonita de darle color a la vida…;)
Un beso.
16 de Enero, 2006 - 19:57
Sí, pero a veces el luchar y no ver q nada cambie, a parte de doler, te hace sentir tan impotente y sentir q no sirve para nada ese tiempo de lucha. Solo perder el tiempo!
besitos
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[…] NUEVAS AVENTURAS DEL MONIGOTE
Años después de su última aventura Monigote se cansó de su nueva vida. Así, sin más.
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