Ojalá que en tus pupilas no haya llanto,
ojalá que no haya llanto en mis pupilas,
porque el dolor que nos dolió ya rompió filas
y lo que había que llorar ya está llorado.

Mariposas de esperanzas que han volado
sobre los páramos congelados y sin risas,
aguantaron el dolor de sus heridas
y en la ventana de tus ojos se posaron

y han inundado los valles de certeza,
anegando las dudas del invierno
en un sendero de futuro que ya empieza.

¡Que esta nieve que hoy puebla mi cabeza
no nos traiga ya más llantos de febrero!
Si hay que llorar, llorar, pero llorar estrellas.

Lo escribió Gabi y lo guardó en Noticias Breves