Decir Amigo, se me figura que decir amigo es decir ternura.
Dios y mi canto saben a quien nombro tanto.

J.M. Serrat.

A M. mi amigo, mi risa, mi fuerza.

Pongamos por caso que somos dos ríos.

Nacimos en la misma montaña, de rocas distintas. Transcurrimos sin saber de nuestra mutua existencia, discurrimos casi paralelos, cada uno en su cauce, cada cual atravesando sus rápidos y sus remansos. Ignorábamos que estábamos tan cerca.

En algún punto, tu cauce y mi cauce, se juntaron.

Ni destino, ni azar, ni casualidad, sólo dos cauces que confluyen durante unos kilómetros y se enriquecen, y se doblan el caudal, y juntos crean espumas saltando cantarines por las piedras. Más allá, ya no sé ni por qué, nos bifurcamos por vez primera.
Ahora, con el paso del tiempo, me doy cuenta que no debieron de ser más de dos kilómetros separados, pero en tu curso de plata faltó brillo y en el mío atravesé cataratas de tristeza.

Nos volvimos a juntar. Recuerdo exactamente en que lugar, la alegría del reencuentro, indecisos al principio, renovados luego.

Desde entonces hemos discurrido juntos, corriendo en zig-zag, sin perdernos de vista.

…Y nos hemos ayudado
a erosionar a las piedras,
a elegir bien nuestro cauce
y a modificar la tierra.

Cada vez que te hizo falta
procuré quedarme cerca
y cuando más falta me hizo
tú estabas en la ribera.

Hemos soportado juntos
las sequías y el deshielo,
cataratas y remansos,
la tristeza de las presas.

Conozco tus afluentes,
te conoces mi maleza,
los peces que por ti nadan
por mi corriente navegan.

Y hasta la desembocadura,
que ojalá no quede cerca,
siguen tu curso y mi curso
trasvasándose la fuerza.

TQB.

Lo escribió Gabi y lo guardó en Noticias Breves