..Como un regalo que al ensuciarse tiró quien limpiaba
como un beso después de beber el trago más dulce…

Ella baila sola

Un francotirador, escondido en las ondas, disparó al aire una canción y me acertó, de lleno, en la memoria.
Ya no existieron entonces los ruidos de los coches, ni el atasco; y las caras malhumoradas de los otros penitentes en el caos del centro en hora punta se difuminaron tras las ventanillas.
La reconocí al primer compás (¿Cómo no hacerlo?) y tuve tiempo de cambiar de emisora, o apagar, o silenciar el volumen, pero no lo hice.
Te juro que estuve a punto, pero no lo hice.
La mano permaneció aferrada al volante.
Tal vez porque pensé que mi sangre había absorbido ya, todo el antídoto contra el veneno.
Tal vez porque el día había cantado hoy alboradas claras.
Tal vez porque llevaba baja la guardia.
El caso es que me acertó de lleno, y me inundé de recuerdos, y en el barco en que navegaba mares tranquilos, se abrieron de golpe cien vías de agua.
Me disparó a bocajarro, y estuve a punto de hundirme, pero un verso en la canción que me atacaba me hizo pensar:
“…porque mis ojos brillan con tu cara y ahora que no te veo se apagan…”
y supe que mis ojos brillan ahora con luz propia.
Como ha de ser.

Y supe que puedo más que los recuerdos.
Y supe que soy más fuerte que cualquier canción.
Y , lentamente, reaparecieron los coches, y las calles, y la gente…
y reemprendí la marcha.

Lo escribió Gabi y lo guardó en Noticias Breves