Mie 21 Mar 2007
La poesía, señor hidalgo, a mi parecer, es como una doncella tierna y de poca edad, y en todo extremo hermosa.
Miguel de Cervantes
Es tarde –dice el poeta- Tal vez sea hora de que enciendas las luces.
Llevan una hora encendidas, señor –contesta la sirvienta.
Luego, la muchacha sigue con sus quehaceres sin prestarle demasiada atención, él mueve la cabeza persiguiendo los movimientos de ella por el salón, intuyendo su localización por los inevitables ruidos del continuo trajín. Mientras, más allá del territorio fronterizo formado por los ojos muertos del poeta, brotan de la tierra aún fértil de su imaginación siembras de versos que esperan la vendimia de una voz que los lance al aire. La vendimia no llega. Los versos pues, en escasos segundos, se marchitan y mueren.
La muchacha termina de ahuecar los cojines del sofá.
- ¿Hoy no me dice versos el señor?
- No. Hoy no. –contesta despacio, con un cansancio oscuro e impenetrable- Hoy son sólo para mí.
- Se me está volviendo un triste, señor –reprocha ella llenando su voz de cascabeles- Anímese, que está llegando la primavera.
- No. La primavera se me va. Como tú. – Es difícil saber la profundidad de la tristeza que arrastran esas últimas palabras. Un agujero, una grieta, una sima, un abismo. Demasiada tristeza para que la soporten sólo dos pequeñas palabras de tan escasas sílabas “como tú” por eso, a la altura de la “m”, la voz se le quiebra en un pequeño sollozo que intenta ocultar. Ella finge no darse cuenta de nada.
- Ya estamos otra vez –dice ella simulando un enfado que no siente- Otra vendrá y no se acordará de mi. Ya lo verá.
- Sí, es posible –dice él, aparentando una entereza que no tiene- Vete ahora. Si debes irte es mejor que sea cuanto antes.
A ella le duele cada sílaba de aquellas palabras, y piensa en renunciar a todo y quedarse con él, tal vez un día más, una semana, un mes, un año… Piensa en seguir siendo la luz delante de sus ojos clausurados y la espita que abre sus versos más allá de aquellos velos, pero ya se ha entretenido demasiado. Las reglas que la guían son tan viejas como el mismo mundo.
- Podría quedarme un rato más, señor, tal vez un último soneto.
Y se acerca a él, y apoyada en su hombro acerca sus ancianos labios al oído inquieto del poeta y susurra, y sus susurros llevan el viento y el mar hasta la triste habitación, y son el aire frío que corona las montañas, y son el cielo y el infierno ardiendo al mismo tiempo, y son el sol y la lluvia; y él se estremece y, una vez más, quizá la última, abre los labios y comienza a recitar, y sus palabras llenan el aire del sabor salado de las olas azotadas por el viento cabalgando en el lomo de sus versos.
Cuando todo termina, él, agotado y satisfecho, vuelve su mirada inútil al rincón de la habitación.
- ¿Lo has anotado todo? –pregunta ansioso.
- Como siempre, señor. -responde el joven- Es maravilloso. Desde el primero hasta el último verso.
- Sí, lo es. -afirma el poeta- Pásalo a limpio, por favor. Y mañana llamas a mi editor, le mandas todo el material y le dices que hemos terminado. Este ha sido el último poema.
- ¿El último señor?
- Sí. Ella se ha ido ya.
- ¿Ella? ¿Quién señor?
- No importa. Vete ahora.
Mientras el joven recoge sus cosas y apaga las luces, ve como en los límites de los lagos de agua estancada que son los ojos del poeta, brotan, apenas perceptibles, dos pequeños ríos de tristeza.
21 de Marzo, 2007 - 19:54
te voy a comunicar una cosa artista y esque no se como lo haces para escribir tan bien.
superbesazos
22 de Marzo, 2007 - 2:41
Para vivir solo uno tiene que ser un animal o un díos.
(Nietzsche)
22 de Marzo, 2007 - 17:21
Querido Gabi,
Parecen caprichosos los destinos de las musas. Obligarla a permancer tal vez la habría matado o, lo que es peor, tal vez la habría convertido en una “vulgar” humana.
Oleadas de besos.
22 de Marzo, 2007 - 18:24
Gabi desde el primer día que caí aqui, rendida quedé con tus relatos son tantos y tan bellos los pequeños instantes que nos regalas que es una fortuna para mi el haberte encontrado.
Si te digo que una lágrima resbalo de mi mejilla al leerte me creerás?
Besitos desde el renacer de la primavera.
23 de Marzo, 2007 - 0:53
Después de un tiempo de ausencias blogerianas, vuelvo, y me doy cuenta que lo echaba de menos. Estos momentos de lectura y de música, que son como pequeños regalos que nos haces. Un placer reencontrarte. Espero todo vaya ok.Muchos besos Gabi.
26 de Marzo, 2007 - 18:40
dejo por aquí un abrazo para esa poesía
26 de Marzo, 2007 - 18:43
Para mí has sido hasta ahora un maravilloso fenómeno que escapaba a la comprensión.
Y, de repente, tu relato me ha abierto los ojos: ¡las musas realmente existen!
Te he descubierto, pillín.
Un besazo orgulloso.
26 de Marzo, 2007 - 19:29
De tu lado no se va, te acompaña siempre…
Un beso.
28 de Marzo, 2007 - 19:52
La poesía, de alguna manera, siempre regresa.
Besos y mares.
29 de Marzo, 2007 - 22:34
El silencio emocionado es lo único que te daré hoy. Y un beso de mariposa, lleno de poesía.
3 de Abril, 2007 - 9:24
Y es que las musas son viajeras, recemos por que quieran volver
Un abrazo.
3 de Abril, 2007 - 10:14
bueno primo,
sabemos ya que tal como se marcha se regresa…solamente debemos tener listos el corazón y los sentidos para que no se escape ni un susurro…
un beso grande y la más bella primavera
13 de Abril, 2007 - 15:00
“Y se acerca a él, y apoyada en su hombro acerca sus ancianos labios al oído inquieto del poeta y susurra, y sus susurros llevan el viento y el mar hasta la triste habitación, y son el aire frío que corona las montañas, y son el cielo y el infierno ardiendo al mismo tiempo, y son el sol y la lluvia; y él se estremece y, una vez más, quizá la última, abre los labios y comienza a recitar, y sus palabras llenan el aire del sabor salado de las olas azotadas por el viento cabalgando en el lomo de sus versos.”
Mi saludo colmado de respeto, Gabi.
Felicitaciones a tu verdadero ser, por tantas preciosidades brindadas.
Insanity
14 de Abril, 2007 - 11:53
…”brotan de la tierra aún fértil de su imaginación siembras de versos que esperan la vendimia de una voz que los lance al aire”…
Exquisito, un abrazo
24 de Abril, 2007 - 12:51
Alba arrasó en su puesta de largo…
Gracias..
http://agrifonte.com/jergon/2007/04/20/puntos-suspensivos/
25 de Abril, 2007 - 17:55
La musa se va.
Pero para el artista nunca es tan fácil. La musa se va. Sigue viviendo el poeta. Otras llegarán después a terminar el trabajo.
ronroneos
2 de Mayo, 2007 - 17:43
Sr Gabi, cuando no esté muy ocupado pásese por mi blog que hay alguien que quiere conocerle.
Besos de colores como en anteriores ocasiones.
3 de Mayo, 2007 - 23:28
…
6 de Mayo, 2007 - 13:32
Hola Gabi, ya estoy lo suficiente mejor como para incorporarme a visitar a los amigos de la blogósfera; también habilité los comentarios de mi blog. Tengo mucho trabajo de lectura acumulado, pero despacio que Zamora no se hizo en una hora.
Un abrazo muy entrañable.
Hannah
15 de Mayo, 2007 - 18:59
¿Dónde estássss???
Te extrañooooooooooooooo…
Besos y ritos.
15 de Diciembre, 2007 - 0:32
que quieres que tediga: no sabía todo de tí
¡me ha encantado! un abrazo